Internet

Presos

Y tú compras on line. Porque dices «qué cómodo, que me lo traen a la hora que digo yo». Todo esto es perfecto hasta que pasa lo que pasa

Quiero saludar a todos los que hoy están presos en casa. Comprar por internet es cojonudo. No hay que ir a la tienda. Te ahorras tres cuartos de hora. No te lo tienes que probar y lo puedes devolver también de igual manera. Lo miras, lo compras. Te dan tallas. Te dan las fotos de una modelo a la que le va a quedar inversamente proporcional que a ti.

Te envían mil anuncios de la puñetera freidora de aire. Que yo me la voy a comprar sólo porque no me manden más anuncios de la p*** freidora de aire. De todos los colores. Con dos pisos. Arriba patatas, abajo pizza que engorda menos. Te va a llegar el abrigo «Horacio» y te llega un peluche destrozado. El abrigo «Horacio» era como si te prometen a William Levy y te llega el oso Yogui. Pero, es lo moderno: comprar on line.

Y tú compras on line. Porque dices «qué cómodo, que me lo traen a la hora que digo yo». Todo esto es perfecto hasta que pasa lo que pasa. Que compras, por ejemplo, una funda de sofá. Tengo perro. Todos los que tienen perro sabrán entenderme. Hay que poner funda o ese sofá es una ciénaga. Bien. Pones una funda. Y, como de pronto, tienes un plan el sábado, pides y pagas para que te llegue el domingo. El domingo, o sea, sería hoy, en un tramo horario, ya has pagado y dicho que te llegue.

Pero, lo que pasa, es que el pobre repartidor de esa empresa, también tiene sus planes de fin de semana. Y, el sábado, aunque tú hayas pagado para que te llegue hoy domingo, te llama. Te llama y te dice que está en tu casa veintisiete horas antes. Y tú, que tienes el pantallazo del envío de la empresa mundial que te promete día, tramo de horario, y seguridad, te cambia la fecha de entrega. Es decir, que si no estabas ayer sábado, te lo va a mandar el lunes o el martes. Aunque tú hayas pagado que sea hoy.

Miren, yo comprendo que todo esto es la modernidad. Pero es un coñazo. Ni es lo que se ve en las fotos, ni tampoco lo que prometen. Volvamos a las tiendas. Ver y tocar.