Pedro Sánchez

Tito Livio y la batalla de Madrid

«Sánchez quiere aprovechar la huelga de médicos en Madrid porque la ve como una gran oportunidad contra Ayuso»

Tito Livio (58 a.C-17 a.C.), el historiador del que hay pocos detalles de su vida al margen de su obra, dedicó casi 150 libros, de los que han sobrevivido 35, a la Historia de Roma –«Ab urbe condita»– desde la legendaria llegada de Eneas. En el libro XXX, en el que aborda la Segunda Guerra Púnica –Roma contra Cartago, con el episodio de Sagunto incluido– se lee que «nunca los acontecimientos son menos seguros que en una batalla». En la Roma de Tito Livio ya había elecciones al consulado y campañas electorales –como la Cicerón, diseñada por su hermano–, que también eran batallas, como las actuales. Donald Trump, que confiaba en que los suyos arrasaran en los comicios del pasado martes, quizá esté más lejos de volver a presentarse a la presidencia, entre otras cosas porque ya tiene competencia interna. Además, el ex presidente ha comprobado, otra vez, que nunca se puede estar seguro ante las urnas, como en la batalla, según constataba el historiador romano.

Pedro Sánchez no está claro que sea un experto en Tito Livio pero se apunta a esa teoría, incluso en Madrid. La gran obsesión del inquilino de La Moncloa, además de seguir en la poltrona, es controlar la Comunidad de Madrid, la casi eterna asignatura pendiente de los sucesivos líderes socialistas. Las encuestas no le dan ninguna oportunidad, pero Sánchez nunca se rinde y cree haber encontrado, con la huelga de médicos –no importa que todo llegue de la mano, como dicen, de Mónica García, de Más Madrid– el arma casi perfecta para hacerle un roto a Isabel Díaz Ayuso y, de rebote a Alberto Núñez Feijóo. Es cierto que al mismo tiempo tiene que lidiar con la huelga de transportistas, que esa sí perjudica al Gobierno, pero el líder del PSOE pondrá todos los medios para que la bronca madrileña llegue al extremo. Es, por otra parte, la estrategia anunciada –Congreso de los Diputados, 15 de diciembre de 2015– por su vicepresidenta, nombrada por Pablo Iglesias, aunque ahora reniegue de ella, Yolanda Díaz, que aquel día espetó al PP: «Les garantizo que ustedes nunca gobernarán este país y si lo hicieran iban a tener huelgas y movilizaciones masivas». Es, otra vez, la gran batalla de Madrid, en la que Sánchez piensa que nada es «seguro», como explicaba hace dos mil años Tito Livio.