Opinión
Lunes, pleno histórico del TC
Solo la pertenencia a la UE y a la OTAN puede impedir las pulsiones autocráticas de Sánchez
Por si a alguien todavía le quedaban dudas respecto al gobierno y su proyecto político, con lo sucedido esta semana en el Congreso ya tienen motivos sobrados para no tenerlas. Solo la pertenencia a la UE y a la OTAN puede impedir que las pulsiones autocráticas de Sánchez conviertan España en una réplica ibérica del modelo que inunda Iberoamérica de regímenes políticos inspirados en el Foro de Sao Paulo/ Puebla, y que lideran y encarnan personajes como Boric, el de la Constitución chilena rechazada abrumadoramente por el pueblo; Petro, el colombiano negociador de las FARC y que saludó a un Sánchez feliz como «presidente de la República española»; Lula da Silva, el «gran demócrata» brasileño; Pedro del Castillo, el del sombrero y el autogolpe de Estado en Perú; el venezolano Maduro; el dictadorzuelo nicaragüense Ortega, etc.
Es así, porque sus socios podemitas de gobierno han crecido y se han alimentado de las mismas ubres ideológicas y financieras que todos ellos y son, junto a sus siglas PSOE, los cooperadores necesarios para que Sánchez siga en la Moncloa demoliendo la España Constitucional aplicando la estrategia del «síndrome de la rana hervida». Basta observar los titulares dados por Sánchez y sus corifeos por haberse «atrevido» la oposición a plantear un recurso de amparo y medidas cautelarísimas ante el TC como única masera de parar un paquete legislativo que tanto en su contenido material como en su procedimiento son un atentado frontal a la división de poderes, a la independencia del poder judicial y al propio Tribunal Constitucional, generando una situación de consecuencias irreversibles y gravísimas contra nuestro Estado democrático y de derecho.
Cual uno más de los colegas iberoamericanos, acusa a la «derecha política, mediática y judicial» de golpismo, comparando la actuación de la oposición, los jueces y los medios de comunicación con la actuación de Tejero suspendiendo una sesión plenaria del Congreso el 23 F de 1981. Se le olvidó decir que el gobierno de aquel momento contra el que se dio el golpe no era precisamente «progresista» como ellos, sino lo más parecido a la actual oposición de centro derecha.
Escuchar al coro sanchista dirigido por Pedro Sánchez: «el filo demócrata» portavoz de Bildu Iñarritu acusar de golpe, junto a Baldovi, Rufián, Asens..., alguno de ellos sí, acreditados expertos en golpes de Estado, causa tanta indignación como vergüenza. El lunes el TC tiene en sus manos tomar una decisión histórica para la democracia española: si paraliza con pleno fundamento constitucional la tramitación de ese paquete en el Senado, o espera a que sea aprobado el jueves.
En este caso puede que sea ya irreversible el daño causado a nuestro sistema constitucional.
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