
Parresía
¿Y ahora qué?
Pienso en VOX, ciego con Trump, incapaz de criticar siquiera una agresión tan clara como los aranceles. Leerle a Abascal que todo esto es culpa del PP y del PSOE no tiene nombre
Los europeos comunitarios inauguramos el siglo XXI implantando el euro, con todo lo que eso supuso, para bien, en nuestras vidas. Y ahora, 25 años después, Brexit incluido, emergiendo a nuestro alrededor tantos líderes euroescépticos, quién nos iba a decir que Estados Unidos iba a volver a reunirnos en torno a Bruselas para responder juntos a su guerra comercial. Lo que acaba de suceder con los aranceles puede llegar a convertirse en el episodio global más impactante, hasta el momento, de la época en la que nos ha tocado vivir en este siglo, junto con la pandemia de COVID.
Wall Street se hunde, y el mundo comienza a comprender el alcance de la arbitraria guerra comercial que ha iniciado Donald Trump contra el planeta.
El presidente y sus patrocinadores multimillonarios, de entrada, están perdiendo miles de millones en la bolsa. ¿Nos encontramos ante un suicidio económico para los propios americanos que lo respaldan? Me temo que, como siempre, a la larga acabarán pagando los más débiles. Habrá recortes, involución, aumentará el paro, se encarecerá la cesta de la compra. Sí, ocurrirá con los europeos y con los que no lo son. Y la primera víctima de esta nueva era del proteccionismo nacionalista trumpista -concepto cateto, a más no poder- será la actual primera potencia mundial.
El daño primero lo sufre ya Estados Unidos, por mucho que su presidente nos explique, ante el desplome bursátil, que lo que ocurre con su país es que por fin empieza a recuperarse de un mal tumor, en un posoperatorio que pronto acabará. ¡Un delirio!
El método que ha escogido para calcular aranceles, además de incoherente, convierte al resto del planeta en enemigos castigados, si exceptuamos a Bielorrusia, Corea del Norte, Cuba y, por supuesto, Rusia, cuyo mercado bursátil ni siquiera sufre.
Después de todo, los europeos hemos tenido suerte porque, para Trump, somos «un pack». No nos separa. No nos personaliza el castigo. Así que nos une más que nunca. Habrá que negociar lo que se pueda con él hasta el 9 de abril y, en paralelo, habrá que buscar otros horizontes comerciales. A la larga, saldremos ganando.
Pienso en VOX, ciego con Trump, incapaz de criticar siquiera una agresión tan clara como los aranceles. Leerle a Abascal que todo esto es culpa del PP y del PSOE no tiene nombre.
Pienso también en la escenografía de nuestro Gobierno, videoclip incluido, como respuesta proteccionista al megaproteccionismo de EEUU. En la comparecencia de Sánchez sin preguntas, con un final en alto, optimista, de irremediable crítica velada a la oposición. Al PP, como siempre.
Feijóo, en esto, se posiciona junto al Gobierno.
«Nadie que diga ser patriota puede respaldar a Trump, ni respaldar su decisión: mensaje al VOX», ha explicado el líder del PP. Que se entere VOX.
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