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Sin Perdón

Las cloacas contra González Amador

«El odio que siente esta izquierda fanática y sectaria contra Ayuso es el mejor reconocimiento de sus dotes políticas»

Ser la pareja, un familiar o un amigo de Ayuso se ha convertido en una profesión de riesgo para las cloacas del PSOE y del Estado controladas por el sanchismo. Es la mayor cacería política desde la Transición. Hay otros políticos del PP que han sufrido agresiones, pero con la presidenta madrileña se han superado todas ellas. La campaña desatada por la izquierda política y mediática es brutal mientras se dedica a defender la inocencia de Begoña Gómez, David Sánchez y al propio PSOE. Desde Sánchez hasta el último de sus peones, han atacado e insultado sistemáticamente a Ayuso. Cada día hay alguna declaración centrada en su novio, que es uno de los centenares de miles de españoles que ha tenido problemas con Hacienda. Los insultos y las descalificaciones que ha recibido Alberto González Amador han vulnerado su presunción de inocencia, ya que le han llamado delincuente, defraudador y filtrado documentos confidenciales que muestran la indignidad de los enemigos de la presidenta madrileña. Es alguien anónimo que tiene la suerte de ser la pareja de una persona excepcional y de una calidad humana extraordinaria como Ayuso. No me importa decirlo y me es igual que me critiquen. El odio que siente esta izquierda fanática y sectaria contra ella es el mejor reconocimiento de sus dotes políticas. La magistrada Carmen Rodríguez-Medel, ejerciendo labores de sustitución, ha decidido la apertura de juicio oral contra el empresario. Con Sánchez desesperado por los problemas que afectan a su familia, su partido y su Gobierno, utiliza todos los resortes del Estado contra Ayuso, pero también contra el PP. Nadie puede escapar de su ira y de una escandalosa utilización partidista de la Administración. No le importa el daño que pueda hacer, las mentiras que se viertan o el acoso indecente contra González Amador, porque lo único que le interesa es seguir en La Moncloa. No voy a descalificar a la juez, como hacen los sanchistas políticos y mediáticos con los casos que afectan al líder del PSOE. Deberían ser coherentes en sus posiciones y mostrar algún atisbo de dignidad profesional recordando que Sánchez vivía en la casa que su suegro, dueño con sus hermanos de saunas gays y prostíbulos, regaló a su mujer. A estas alturas sigue sin dar ninguna explicación.

Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)