Carmen Enríquez

Al servicio de los españoles

Poco a poco, paso a paso, aunque tenga que apoyarse para dar cada uno de ellos en sus últimamente inseparables muletas, el Rey Don Juan Carlos va recuperando su agenda de trabajo fuera de su despacho del Palacio de la Zarzuela. La incógnita que la mayoría de los ciudadanos españoles nos planteamos después de la delicada operación de espalda que le fue practicada a Don Juan Carlos acerca de si era posible la plena recuperación del Monarca se va despejando desde hace ya varias semanas. Cada semana aumentan los actos oficiales que el Rey vuelve a desempeñar, señal inequívoca de que las previsiones del doctor De la Torre, el experto neurocirujano que le operó, no se equivocó al informar de que el creía que la recuperación de Don Juan Carlos era perfectamente posible.

El aspecto del Rey en los últimos días ha mejorado sensiblemente y vuelven a aparecer en su rostro signos de que el sufrimiento anterior a la operación ha desaparecido. Pero hay que pensar también que no es sólo ése el motivo de que la tensión haya bajado del ánimo de Don Juan Carlos. Los frutos de sus intensas gestiones con los responsables políticos para que buscaran el acuerdo en los asuntos de mayor interés para España, sus esfuerzos para lograr que hicieran una apuesta común en los temas de Estado, están sobre la mesa. Prueba de ello es la postura conjunta con la que el presidente de Gobierno va a ir a la próxima cumbre europea donde se juega, de alguna manera, el futuro de muchos países de la UE y la posibilidad de poner en marcha planes para incentivar el empleo juvenil en el espacio europeo.

A pesar de los errores cometidos en el pasado, o quizá para enmendarlos, el Rey está dejando claro que está, más que nunca, al servicio de los ciudadanos españoles.