Motociclismo

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Ángel Nieto: La grandeza de un campeón

Con su ejemplo de superación y de tenacidad consiguió metas inalcanzables en el mundo del motor.

La Razón
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En la muerte de Ángel Nieto, leyenda del motociclismo y del deporte español, se ha puesto en evidencia el reconocimiento de todo el pueblo español a su extraordinaria figura.

Con su ejemplo de superación y de tenacidad consiguió metas inalcanzables en el mundo del motor. A él no le gustaba hablar de sí mismo; lo había dicho todo ya en los circuitos y sus triunfos deportivos eran celebrados por todos los aficionados del motor y por la inmensa mayoría de españoles.

En los últimos veranos se le veía con regularidad cenando en los restaurantes ibicencos acompañado de su hijo pequeño, Hugo. A él se le veía con cara de felicidad y orgullo por la compañía que tenía a su lado. Sus hijos Gelete y Pablo han repetido estos últimos días que fue un gran padre. Sin duda tienen razón.

Ángel solía encumbrar, ensalzar a los demás por los méritos ajenos y lo hacía con admiración y satisfacción. Nunca solía hablar de sus triunfos; su sencillez se lo impedía. A partir de ahora las retransmisiones del Mundial de Motociclismo sin duda habrán perdido una voz experta y cualificada como nadie.

Recuerdo como hace ya unos años estaba convencido de que una promesa llamada Marc Márquez sería un fenómeno que lo comparaba a Rafa Nadal añadiendo: «Todavía va a ser más puro por su espontaneidad y su sencillez». Efectivamente Ángel Nieto no se equivocó. Una vez mas acertó plenamente en su vaticinio.

Le gustaba vivir la vida a tope, como cuando pilotaba las motos. Disfrutaba hablando de los éxitos de otros deportistas, y disfrutaba también hablando de sus hijos, en definitiva de su familia y de sus múltiples amigos. En eso fue, por su sencillez, también el más grande.

Con un entrañable recuerdo deseo que D.E.P.