Cástor Díaz Barrado

Argentina, no hay sosiego

El expresidente argentino Mauricio Macri, en una imagen de archivo
El expresidente argentino Mauricio Macri, en una imagen de archivolarazon

La celebración de las primarias presidenciales en Argentina ha deparado el triunfo de Alberto Fernández. Las reacciones se han producido de inmediato, en espera del resultado final que tendrá lugar el próximo mes de octubre. En realidad, se podría calificar de pánico lo que ha sucedido en los mercados, con el desplome del peso y el rápido ascenso de la prima de riesgo.

El Presidente Mauricio Macri ha defraudado en las expectativas que generó la política que prometía con ocasión de su llegada al poder y, sobre todo, se advierte el descontento de las clases medias. Es posible que todavía disponga de alguna oportunidad para recuperar algo del terreno perdido aunque realmente parece difícil que supere a sus adversarios en las elecciones definitivas. En el caso de que las tesis peronistas imperen de nuevo en la Casa Rosada sería preciso un cambio de postura en relación con el pasado, tanto por lo que se refiere a la política nacional como en lo relativo a las alianzas en política exterior y, en particular, en el espacio latinoamericano. Todo indica que Argentina precisa de moderación y tranquilidad y que no debería, en ningún caso, sufrir sobresaltos.

La combinación entre el crecimiento económico y la justicia social se puede lograr en un país que dispone de bastantes recursos y que cuenta, además, con profesionales altamente cualificados. El objetivo de fortalecer las instituciones y que los ciudadanos participen activamente en el prestigio de los asuntos públicos es siempre una tarea pendiente que, sin embargo, se puede lograr. No son tiempos de populismo ni de un exacerbado nacionalismo sino, que más bien, interesa que los argentinos se sientan implicados en un proyecto común de cambio.

A lo mejor se podrían aunar los nombres que definen las dos principales fuerzas políticas puesto que Argentina precisa de un Frente de Todos para que Cambiemos. Desde ahí, corresponde una política pragmática en el exterior, en particular, en el entorno latinoamericano y reforzar la integración en Mercosur, Todo esto será difícil de lograr porque no depende tan solo de las decisiones que adopte la política argentina. En cualquier caso, un gran país como es Argentina siempre necesita sosiego.