Alfonso Ussía
Autobombo
Hay columnistas que se regodean en el autobombo cuando aciertan en alguno de sus escritos. Principian de esta guisa: «Hace siete años escribí»: Y transcriben el artículo. Jamás lo he hecho porque no acostumbro a leerme. Bastante tengo con escribir. Y se me olvidan los textos, sus protagonistas, los hechos analizados y las zarandajas cotidianas que me animaron a dedicarle palabras a una situación. Pero hoy cumplo la excepción. El 20 de enero de 1993, y ya han transcurrido 22 años, escribí de la por entonces «jueza» –en mi opinión es «la juez», pero ella se hacía llamar «jueza»– de vigilancia penitenciaria Manuela Carmena el comentario que transcribo, publicado en ABC, con el título «Hernia de Diafragma».
«La jueza de vigilancia penitenciaria Manuela Carmena ha equivocado su camino. Tendría que haber elegido la senda de la medicina o de la psicología, ciencias que indudablemente domina. Cuando la jueza Carmena excarcela a un terrorista por padecer una enfermedad o por arrepentimiento de su pasado, hay que echarse a temblar. Al etarra Azcárate Ramos, que cumplía condena de 51 años, le puso de patitas en la calle por unas varices esofágicas que ya tenía el terrorista a los catorce años, es decir, con mucha anterioridad a su dedicación al crimen. Según la peculiar jueza, Azcárate Ramos había renunciado, además, a toda participación activa o pasiva en el terrorismo etarra, pero apenas dos días después de volver a la libertad, declaró al diario ‘‘Egin’’ lo que textualmente transcribo: ‘‘He dejado bien claro a la jueza que no me arrepiento ni renuncio absolutamante a nada’’. O hizo la declaración ante la jueza en dialecto laburtano, o su señoría no se enteró de nada.
Mercedes Herranz es una terrorista del GRAPO. Merceditas fue detenida en Valencia en 1982, tras perpetrar con un ingenio explosivo, un atentado en el que resultó muerto un chatarrero. Merceditas fue condenada a 46 años de cárcel, pero en 1989 la jueza Manuela Carmena decretaba su libertad condicional anticipada por padecer una esclerosis. Para ser más exactos, y de acuerdo con el informe médico, Merceditas sufre una esclerosis múltiple que le produce desmielinización del sistema nervioso central. Un drama para Merceditas.
Pues bien. El pasado 14 de enero de 1993, cuatro años después de su excarcelación, Mercedes Herranz fue detenida en Barcelona, junto a su compañero terrorista Antonio Narváez, durante un intento de hacerse cargo del botín conseguido en un atraco a unos grandes almacenes. A pesar de la desmielinización de su sistema nervioso central, Merceditas sigue en el terrorismo. Curiosa desmielinización de su curioso sistema nervioso central.
En previsión de futuras contingencias, con fecha de ayer me he sometido a un concienzudo examen médico, que ha dado un desastroso resultado. Ni padezco de varices esofágicas ni sufro una esclerosis múltiple con desmielinización de mi sistema nervioso central. Lo que más ha podido detectar el galeno ha sido una pequeña hernia de diafragma, de origen genético, que me produce ligerísimas molestias. Si la jueza Carmena es igual de sensible a las hernias de diafragma que a las varices esofágicas y las esclerosis desmielinizadoras, estoy salvado. En el caso contrario, de ingresar en prisión, me pudro en ella.
Le he preguntado al doctor si la hernia se me ha producido por algún movimiento brusco, un escorzo en un salto de trampolín, una caída de la bicicleta de alta montaña o una cabriola en demanda de la cima de un muro por los gruñidos de un ‘‘doberman’’ interesado en mis corvas. El doctor me ha asegurado que el defecto, si se le puede llamar así, es de nacimiento. Este detalle, por insignificante que parezca, deberá tenerlo en cuenta la jueza Carmena si algún día preciso de su generosidad.
Podría suceder que, coincidiendo con la comisión de mi posible delito, la jueza Carmena fuera relevada de su actual responsabilidad. En tan lamentable situación mi hernia de diafragma perdería su condición de útil salvoconducto. Pero no hay que ser pesimistas. Pensar en lo peor carece de buen sentido.
Y ahora, a soltar de nuevo a Merceditas».
Alfonso USSÍA
20 de enero de 1993
Aclaración al día de hoy. Sufro en mi familia un caso de esclerosis múltiple. Se trata de una mujer maravillosa que no se dedica al terrorismo ni a asaltar grandes almacenes. No podría hacerlo porque padece esa enfermedad de verdad. No como la terrorista Merceditas, que cuatro años más tarde de su excarcelación «carmenina» corría que se las pelaba escapando de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
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