Martín Prieto

Bardot, Depardieu, Putin y Hacienda

De Brigitte Bardot (BB) lo que necesitamos es una imagen reciente para ver cómo ha envejecido el busto que sirvió de modelo a la imagen de la República francesa en todos los ayuntamientos galos. Pero encerrada en su finca de la Costa Azul, en medio de un zoo de acogida, es inaccesible, mientras mueren sus maridos o sus amantes y sólo fue polémica cuando castró a su burro sicalíptico para dejar incólume a su jumenta que disfrutaba de otros rucios más románticos. BB no fue una gran actriz, pero durante años fue el primer producto exportador de Francia, por delante de la automoción o la tecnología nuclear. Ha sustituido a los hombres por otros animales de compañía y amenaza con hacerse rusa si sacrifican a dos elefantes tuberculosos en el Circo de Lyon. «Francia es un matadero de animales», afirma, eludiendo el gusto galo por la carne de caballo. Asiste a su exigencia ciudadana su declaración fiscal desde que era una bebona y «Dios creó a la mujer». Depardieu es inmenso en todos los sentidos. Tras hacer cálculos, alude que le ha dado a Francia medio millón de euros en impuestos y que, pareciéndole extorsivo lo que pretendía Hollande de cobrarle el 75% de sus ingresos, ha aceptado el pasaporte ruso que le ha concedido Putin. Los que hacen público su exilio fiscal están en razón sobre los que lo hacen bajo capa. A Sofía Loren la metieron en la cárcel y junto a Carlo Ponti se nacionalizó helvética. El PSOE intentó el asesinato civil de Lola Flores. Llevo toda mi vida laboral entregándole al Estado el 45% de mis ingresos brutos (modestos) sin haber pisado jamás un hospital público, otras baldosas oficiales ni trabajado para otra cosa que para la empresa privada. He fundido la mitad de mis glándulas sudoríparas en ser solidario por decreto ley. Así entiendo que Depardieu se orine en los pasillos de los aviones de Air France. Los hacendistas no han entendido que la globalización también es fiscal si se hace legalmente. La última opción del hombre, incluida la muerte, es el derecho a marcharse.