Angel del Río

Café para todos

En contra de lo esperado, en la primera comparecencia pública de Ana Botella, ayer, tras matar el COI las ilusiones de Madrid 2020, no estaba ni cabizbaja, ni melancólica, ni dubitativa. Empezó engordando el impacto de la frase que la ha catapultado en las redes sociales , siendo TT durante varios días sin interrupción, desde el pasado sábado, y después de dar los buenos días a los asistentes, dijo: «Espero que les hayan servido a todos su café con leche», que es una forma inteligente de coger por los cuernos el toro de la mala leche de algunos oportunistas. Pues sí, hubo café para todos los que estaban, entre ellos Soraya Sáez de Santamaría, Jesús Posada, Ruíz Gallardón, Esperanza Aguirre, Ignacio González, Florentino Pérez, Cerezo y un largo etcétera de políticos, empresarios, periodistas, curiosos y canaperos en general.

La intervención de la alcaldesa de Madrid fue clara, rotunda y directa, en un tono más conciliador que dolorido. Antes de que nadie se lo preguntara, desveló la duda que nos rondaba a todos los presentes: Madrid no optará a los Juegos de 2024, que es lo más razonable que se podía hacer en estos momentos y por muchas razones. También se le preguntó si era capaz de desentrañar los motivos por los cuáles los miembros votantes del COI se cargaron nuestra candidatura a las primeras de cambio, sin ni siquiera pasa la primera ronda. Y Ana Botella respondió diplomática e irónicamente: «Es una competición en la que la regla es que no hay reglas». Sólo le faltó decir: es una jungla donde no hay reglas y cada uno va a cazar lo que puede. De la intervención de la alcaldesa me quedo con algunos conceptos: para tener ilusión es indispensable progresar; quizá habíamos llevado nuestra ilusión un poco más allá de lo que se debía; las inversiones quedan para uso y disfrute de la ciudad; hay que seguir trabajando; Madrid es la expresión de una nación con confianza en sí misma, capaz de proponerse metas ambiciosas. Sobre su futuro y la aparición de afiladores de navajas por los pasillos de Génova, no quiso decir nada. Invitó a Esperanza Aguirre a que respondieras a una pregunta que le habían hecho a ella. Faltaba Cristina Cifuentes, pero no hizo falta que excusara su ausencia. En los pasillos de hablaba del A, B, C de la política femenina madrileña: Aguirre, Botella, Cifuentes.