Cita festivalera

El pacto nacional por el derecho a decidir, o sea los partidarios de la secesión disfrazados de neutralidad democrática, están preparándose para el día 26. Será una gran cita «festivalera» en la que sólo estarán los demócratas porque, ya saben, todos los que están en contra, los que osan discrepar, los que se niegan a seguirles como borregos hacía el abismo, son autoritarios antidemócratas. La foto servirá para alegrar la semana a un Mas que sufre pandemia de corrupción, mal de inanición en el Gobierno y fiebre alcista en materia de impuestos. Todos juntos aparecerán en la foto. Seguramente la calificarán de histórica. Será otra más.

El 26 de junio nos contarán que en la foto de familia estará la sociedad civil. No mentirán. Estará la sociedad civil que quiere la independencia acompañada de los que asisten sumisos al pensamiento único. Otra sociedad civil no estará. Da igual, no son patriotas, según el imaginario independentista. Las redes sociales esmerarán el lenguaje y el insulto, la calumnia o simplemente la amenaza serán su «leitmotiv».

En el acto, sorprenden algunas presencias. Estará UGT. También CC OO. Sus secretarios generales se harán la foto pero, por suerte, no representan a todos sus afiliados. Ni uno ni otro sindicato, plantearon en sus recientes congresos ninguna propuesta sobre la independencia. UGT y CC OO son cómplices de la manipulación nacionalista del lenguaje. Como dice en su último libro Xavier Vidal Folch las estructuras de estado es igual a declaración unilateral de independencia; estado propio es estado independiente; y la transición nacional es simplemente ruptura. Y no se olviden, consulta es referéndum de independencia. No se quieren decir las cosas por su nombre para evitar el rechazo. Para «camelar» al personal. Los hace el nacionalismo con los aplausos de sus cómplices como UGT y CC OO.

Pepe Álvarez y Joan Carles Gallego estarán encantados de posar. También lo estuvieron cuando acudieron a la «sinsustancia» cumbre social. Fueron los «extras» de la película de Mas titulada «No gobierno pero convoco cumbres». Se pusieron ufanos al lado del president para decir que estaban de acuerdo en alcanzar un acuerdo. Un mísero papel para unos sindicatos en un país que tiene casi un millón de parados.