Claridad y realismo

La comparecencia pública del vicepresidente José Císcar en el Forum Europa fue muy ilustrativa, al exponer y responder sobre los asuntos más candentes de la actualidad valenciana desde el punto de vista del Gobierno de la Generalitat.

Como cabía esperar, dos temas estrellas, por su trascendencia y actualidad, constituyeron el eje de la alocución: la injusta financiación de la Comunitat y el cierre de la Radiotelevisión valenciana. La primera la consideró, en mi opinión con razón, como la causa principal del déficit valenciano y del mal estado de las cuentas públicas.

Para convencer, concretó que los grandes eventos y realizaciones suponen el 12 por ciento de la deuda. Con los 13.000 millones de euros que nuestra región ha recibido de menos respecto a la media nacional, el pasivo valenciano rondaría los 16.000 millones de euros, casi la mitad de la actual y bastante más asumible.

No se refirió, sin embargo, a si el Consell reclamará esos 13.000 millones como deuda histórica. Imagino por qué no lo hizo. Sabe -esto lo digo yo- que lo haría en vano, porque no es deuda ni es histórica, entre otras cosas porque los respectivos Gobiernos valencianos aceptaron el reparto de financiación autonómica pactado en el Consejo de Político Fiscal y Financiera de cada momento. En ninguna sesión se votó en contra. Tan sólo en la última se abstuvo, y la abstención, ya se sabe, significa que aceptas lo decidido por la mayoría.

En cuanto a la RTVV fue taxativo, como lo ha sido el presidente Fabra en días precedentes. El Consell no ha tenido otra salida tras la anulación del ERE. Ya no es tiempo de negociación. Cuando lo fue, los sindicatos se negaron. Y la RTVV de más de 1.600 trabajadores, con pérdidas en torno o por encima de los 200 millones de euros, es inviable.

Para quienes dudaran, lo dejó bien claro. Así es la vida.