Ely del Valle

Coherencia, por favor

Dice Carmen Chacón que el PSOE carece de tiempo para seguir pensándose lo de la renovación. No sabemos si lo dice exactamente por el partido o por ella misma, porque tras la postura remolona de las fuerzas vivas de Ferraz con lo de las primarias, está a un paso de hacerle la competencia a Carlos de Inglaterra, que también anda el hombre lamentándose de lo mismo, de lo «fugit» que es el tiempo y de la dureza de la vida del eterno aspirante que nunca termina de rematar.

El problema de los socialistas, sin embargo, no está tanto en sacar la cinta métrica para decidir quién tiene la estatura suficiente como para asomar el torso por encima del lodazal en el que andan metidos, sino en su absoluta, completa, inaudita y persistente falta de coherencia. Si su actitud ante el incumplimiento del Gobierno en el tema pensiones ya ha sido bastante sintomática, la que han adoptado con las tasas judiciales es como para hacerle al encargado del argumentario –¿Óscar López?; ¿el propio Rubalcaba?– un chequeo psicológico completo. Da hasta un poquito de vergüenza escribir esto por obvio, pero no parece de recibo que un día el PSOE amenace con llevar las dichosas tasas al Constitucional y al siguiente ponga el grito en el cielo porque con el retraso a la hora de aplicarlas se han dejado de recaudar una punta de millones de euros. O pitos o flautas, señores, pero lo de atizarle a todo lo que se mueve por el mero hecho de dar la nota discordante sólo lleva al desafine total, y los españoles estamos en estos momentos muy mal de casi todo, pero del oído todavía funcionamos lo suficiente como para tomar apuntes y actuar después en las urnas con la consecuencia que algunos han decidido pasarse por el arco del triunfo.