Julián García Candau

Copa con suplentes

Mourinho no hizo nada anormal. Hace ya un tiempo que los entrenadores para contentar a los porteros suplentes les dan la oportunidad de jugar en Copa. Ocurre en el Barça con Pinto. Valverde también alineó a Guaita contra Osasuna y el Levante puso en liza a Navas en Zaragoza. Mourinho, pese a la importancia de la eliminatoria también recurrió al actual suplente, o sea, a Casillas. El entrenador ha decidido que el primero es Adán, aunque ello sea causa de los gritos de ánimo a Iker y los silbidos a su nombre cuando suena en los altavoces.

Mourinho tiene reacciones cainitas y de ahí el cambio en la portería. Casillas, contra el Celta, acreditó en la segunda parte su condición excepcional. El equipo se salvó porque en la primera mitad se consumó la eliminatoria. A los dos minutos el equipo vigués ya estaba eliminado. Cristiano mandó un misil, marca de la casa, y después reafirmó la eliminatoria tras pase ideal de Modric.

El Madrid se encontró con un Celta disminuido con respecto al que le ganó en Balaídos. Herrera dejó fuera del equipo a Bermejo, Aspas y Oubiña, tres piezas fundamentales. Demasiada ventaja. En el Santiago Bernabéu, los centrocampistas del Real Madrid jugaron a sus anchas. Sin grandes presiones, la calidad de Özil, Modric y Xabi Alonso se hizo más patente. Se impusieron y cada jugada de ataque tenía perfume de gol. El Celta con los cambios mejoró ostensiblemente y Aspas creó los problemas de que había carecido el equipo con anterioridad. Los goles de Cristiano Ronaldo y las paradas de Casillas lo salvaron.