Restringido

Del órdago al delito

El nuevo y locuaz líder del PSOE repite hasta la saciedad, cuando se refiere al llamado problema catalán, que con la ley no basta para arreglar lo que los soberanistas han destrozado en poco más de dos años, y se lo dice no al de momento Muy Honorable presidente de la Generalidad sino al jefe del Gobierno español. De momento la ley no está siendo suficiente para frenar la carrera enloquecida hacia ninguna parte de Artur Mas que está a un milímetro de pasar del órdago al delito en su empeño de seguir por una linde que se acabó en el momento mismo en que el Tribunal Constitucional decidió admitir a trámite los recursos presentados por el Gobierno de la Nación, de la única que existe como tal y que se llama desde hace 500 años España. Y será con la ley como hay que poner en su sitio a un personaje que lleva meses y meses exigiendo lo que él es incapaz de dar: respeto a la voluntad ciudadana. De todos los ciudadanos de España en los que reside la soberanía según deja claro como el agua la Constitución que Convergencia tambien votó en el año 78. Dice el código de honor de la marina que el capitán debe hundirse con su barco, pero lo que no dice es que sea el capitán el que hunda el barco y obligue a toda la tripulación a hundirse con él. Al Gobierno español que goza de toda la legitimidad de las urnas mientras unas nuevas elecciones no digan lo contrario hay que exigirle diálogo, pero sobre todo que cumpla y haga cumplir la ley que Mas y su Gobierno pretenden burlar parapetándose tras un sentimiento ciudadano que ha sido manipulado, y lo sigue siendo, hasta la náusea. Si los independentistas quieren dialogar sobre el futuro encaje de Cataluña en España lo primero que tienen que hacer es volver a la lealtad institucional cuya voladura es responsabilidad, única y exclusivamente, del señor Mas.