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F. C. Barcelona

Deniz Aytekin

La Razón
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Miles de horas del mejor fútbol me acompañan. No sólo como espectador. Hasta los 20 años jugué al fútbol divinamente bien. En San Sebastián me bautizaron como «La Quisquilla de Ondarreta». Me adelanté diez años a Netzer y remataba de cabeza mejor que Sergio Ramos. Entiendo de fútbol y sé descubrir nuevos valores. Ahora que la FIFA ha levantado la sanción al Real Madrid y puede contratar nuevos jugadores en el próximo verano, recomiendo a Florentino Pérez que no pierda de vista al alemán Deniz Aytekin. Es alto, quizá con algunos años más de los deseables, y polivalente. Cuando juega con un equipo tiene la capacidad de evitar todos los penaltis que su club comete y de inventarse los penaltis del equipo contrario. El pasado miércoles, disimuló con su uniformidad, amarilla con el pantalón negro. Pero jugó, y muy bien, con el F.C. Barcelona. Gracias a los penaltis que no señaló contra el club del «Prusés», y a las inexistentes penas máximas que pitó a favor del Barcelona, pudo culminar su histórica remontada el conjunto azulgrana. Un jugador así hay que ficharlo inmediatamente.

No pretendo cargar toda la responsabilidad del triunfo del Barcelona sobre las espaldas del hábil Deniz Aytekin. Buena parte de la culpa la tuvo el entrenador del PSG, Unai Emery. Su equipo salió al terreno de juego con dodotis bajo los calzones parisinos. Pero sin la participación activa y constante del gran jugador alemán, el milagro no hubiera tenido lugar. Dos penaltis clarísimos –sobre todo el segundo de Mascherano y reconocido por el propio infractor–, fueron obviados por el simpático nibelungo. Dos penaltis que no existieron, el provocado por Neymar y el formidablemente interpretado por Suárez, terminaron con el balón en las redes francesas. Aquí hay cuatro posibles goles en danza. Dos hurtados a los parisinos y dos regalados a los barceloneses. Si a ello añadimos la expulsión perdonada a Neymar por propinar a dos metros de Deniz Aytekin una patada sin balón a un jugador francés, podemos concluir que la remontada no fue tan heroica, aunque sí merecida por un equipo que luchó y otro que se estercoló desde el primer minuto de juego. Méritos de unos y deméritos de otros aparte, el gran triunfador de la noche fue el espigado e inteligente jugador de amarillo, Deniz Aytekin, del que recomiendo su contratación inmediata porque su forma de actuar da a entender que llegar a un acuerdo con él no parece del todo imposible.

Claro, que para alcanzar ese pacto, el Barcelona tendría que llegar a un preacuerdo con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Villar, y con el jefe de los árbitros, Sánchez Arminio. Porque Deniz Aytekin juega, pero simultáneamente arbitra. Con los árbitros no hay problema, por cuanto en toda la temporada 2016-2017, ningún árbitro español se ha atrevido a señalar un penalti contra el Barcelona. En ese aspecto, los árbitros españoles son muy similares en sus decisiones a Deniz Aytekin, si bien pueden alegar que los jugadores del «Barça» son tan buenos que no necesitan cometer faltas dentro del área para defender sin agobios los ataques de los adversarios. Está claro que el madridista Lucas Vázquez no fue zancadilleado en el «Camp Nou». Tropezó, simplemente.

El resumen no es otro que la petición de urgente resolución para equilibrar la plantilla del Real Madrid con el fichaje de Deniz Aytekin, que él sólo, cuando lo pretende, puede conseguir que una estafa arbitral se convierta en una remontada histórica. Merece la pena estudiarlo.