Política

Ely del Valle

(desen) Gañemos

(desen) Gañemos
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Podemos, más que como un movimiento, se está revelando como una veleta que después de dar vueltas –en círculos, naturalmente– siempre termina eligiendo la dirección del viento que más le favorece para darse impulso sin que se le venga abajo el palo con el que aguanta sus velas. De ahí que haya optado por presentarse dentro de la macedonia de Ganemos para el Ayuntamiento de Madrid y con lista y siglas propias para la Comunidad. El hecho de que con esta curiosa pirueta consiga en un caso señalar a IU como parte de esa casta a la que hay que alejar del poder, mientras que en el otro convierta a los herederos de Carrillo, Anguita, Llamazares y Cayo en alimento con el que nutrirse no es ni mucho menos producto del azar y lo que viene a demostrar es que, al contrario de lo que muchos podrían pensar, el primer objetivo de Podemos es el de deshacerse de su principal rival, que no es otro que Izquierda Unida. Para conseguir esta habilísima pirueta que convierte a quienes por lógica deberían hacerles sombra en combustible para sus calderas, Iglesias y cía han introducido en las filas de una izquierda en la que la unidad más que una seña de identidad siempre ha sido una broma, a unos cuantos de los suyos ( ¿alguien tiene alguna duda del laboratorio del que salen los garzones y las tanias?) que, como los cucos, no han tenido ningún problema en desahuciar del nido a los que ya estaban para plantarse ellos y ofrecer como sacrificio el oxímoron de sus siglas en favor de las de Podemos. La imagen de esta nueva Izquierda Unida en la que muchos militantes de toda la vida, hartos de perder fuelle, quisieron poner sus esperanzas, ha terminado por ser la de los hijos comiéndose a Saturno. Renuévese usted para esto.