Julián García Candau

El Atlético no cesa

El Atlético de Madrid ganó en Granada con dos penaltis marcados por Costa y Villa y no hizo el juego que de él se espera hasta la segunda parte. No resolvió con brillantez, pero los datos le avalan. Es segundo a un punto del Barça y se ha distanciado cinco del Real Madrid. Le faltó la intensidad con que suele jugar en más de medio partido. El Granada no le dejó el mando. Durante medio partido el dominio casi fue alterno aunque tal vez atacó más el equipo local. La mediocridad fue la nota general. Ninguno de los dos equipos manejó la pelota con alguna autoridad. Ambos conjuntos la perdieron con prontitud. La defensa madrileña se bastó para anular las buenas intenciones granadinistas. El primer gol, y mayor autoridad en el campo, llegó en el penalti que le hicieron a Villa y que Diego Costa consumó en tanto. La única jugada bien trenzada acabó en gol de Miranda, en fuera de juego. Adrián desaprovechó la mejor oportunidad de su equipo.

Del primer medio tiempo hubo bien poco que contar. Sorprendió que el Atlético se mostrara poco «cholista», deficientemente intenso. Hasta el propio entrenador estuvo menos exigente que de costumbre. Esta serie de partidos jugados en sesión continua han ofrecido menos brillantez que los de las semanas en que los encuentros se espacian. En Granada, la atención primordial recayó en Diego Costa, pero los dos penaltis se los hicieron a Villa. El tanto de Ighalo dio emoción a los tres minutos de la prolongación.

Posdata. Diego volvió donde suele. Se enzarzó con el chileno Iturra al final. Sigue siendo personal inflamable. De cuidarse.