El austericidio

¿Será verdad que se han impuesto un poco la cordura y el sentido común y que se van a combinar las medidas de control del gasto público y de austeridad con otras que impulsen el crecimiento económico y también el empleo? La política de recortes a ultranza impulsada por Merkel y otros colegas del norte de Europa, la Comisión Europea y, en determinados momentos, también desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, a la que el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se refirió como «el austericidio», parece que no ha dado los resultados esperados. Por eso, ahora se apuesta también por llevar a cabo una política que fomente la actividad. No hace falta saber mucho de economía para darse cuenta de que sólo a base de la austeridad no se sale de esta, más que crisis, depresión. Tampoco es una solución basar la recuperación sólo en políticas de crecimiento. Hace falta conseguir un equilibrio entre las unas y las otras y lograr que los fondos que se gasten se utilicen de la mejor manera posible para sacar los mayores rendimientos. ¿Cómo es posible que Merkel y compañía no lo hayan visto así? Supongo que sus razones tendrán. Mientras tanto, en España, estamos pendientes de lo que apruebe el Gobierno mañana. Como suele ser habitual, los mensajes que nos han llegado desde el Ejecutivo en las últimas horas son contradictorios. A la espera de este nuevo «parto de los montes», me daría por satisfecho con que Rajoy y el Gobierno tengan claro que la austeridad sola no es la solución. Por los mensajes que ha enviado en las últimas semanas el inquilino de La Moncloa a Merkel parece que es así.