El pastor alemán

Vaya por delante, por si alguien tiene todavía alguna duda, que quien manda en la Unión Europea (UE) es Alemania, tanto si nos gusta al resto, como si no. Dicho de otra manera, el pastor alemán guarda y apacienta al rebaño comunitario. Por eso, es muy importante prestar atención a lo que sucede en este país. De un análisis detallado del pacto alcanzado entre Merkel, su socio bávaro y los socialistas del SPD se desprende que hay unos cuantos puntos que tienen mucho interés para los agricultores y ganaderos españoles.

El primero y más importante, con carácter general, hace referencia al presupuesto comunitario: Alemania se ha echado para adelante y ha mostrado su opinión favorable a incrementar su aportación a las arcas comunitarias, lo que equivale a decir que otros estados miembros deberán hacer lo mismo. Hasta ahora, todos los países se habían negado a poner más dinero. Eso significaría que la presión para recortar el dinero de la PAC será menor. Además, en ese texto se habla también de la necesidad de desarrollar esta política.

Pero es que hay más, ya en aspectos concretos. Por ejemplo, se rechazan las patentes de plantas y animales, y se defiende una reglamentación para «prohibir la ingeniería genética en todo el país». Se propone también un recorte «considerable» de la utilización de productos de protección de los cultivos que contengan glifosato en el marco de una estrategia de reducción sistemática y con el fin de acabar con el recurso a estas sustancias «lo antes posible». Eso sí, desarrollando en paralelo «alternativas».

En el texto de ese pacto, que todavía debe ser ratificado, se propone también «una mayor transparencia en los procedimientos de autorización de las sustancias activas y de los productos fitofarmacéuticos a nivel de la UE y a nivel nacional». Estamos, por lo tanto, ante una serie de propuestas de mucha trascendencia, que ha hecho el pastor alemán y que, en caso de plasmarse en la realidad, repercutirán de forma importante en el campo español.