El pesado

Don Pedro se postula otra vez a secretario socialista ignorando como buen laico que el undécimo mandamiento de la ley de Dios prohíbe ser pesado. Su peripecia acelerada recuerda, sin violencia ni sangre, la aleya del Corán que reza textualmente: «Allá de donde os hayan echado, volved y matadlos a todos». Don Pedro «el pesado» puede matarnos a todos, pero de aburrimiento. De él cuentan que en la cancha de baloncesto era un voluntarista, que son los peores encestadores, dejándolo todo al fuelle, e ignora que solo Winston Churchill renació de una catástrofe política. Los peores denuestos los recibe de sus correligionarios, y es que su hoja de servicios a la socialdemocracia está emborronada de personalismo, derrotas electorales históricas, sangría de militantes, irrelevancia internacional, falsedades hacia los suyos y un embozado «sí es sí» a las más destructivas intenciones del populismo, a espaldas de la dirección partidaria a la que se debe. Carente de propuestas viables e inteligibles, su apelación monótona a las bases parece engordar el saco de gatos iglesístas, errejonístas, antisistemas y demás fauna novedosa plagiaria del lema de Barack Obama, añorantes del asamblearismo de primero de Facultad. En vez de un congreso socialista Don Pedro quizá pretenda un «Vista Alegre III» en tiempos de tribulación porque no le motiva la Universidad o el dorado servicio de estudios de un Banco. Nuestra militancia política es bajísima, en el censo socialista figuran quienes llevan años sin pagar la cuota y hasta fallecidos. La política partidaria ya no se elabora en las Casas del Pueblo y la demagogia indocta no es mejor que el despotismo ilustrado. Hay que atender y entender a los millones de partidarios que votan pendularmente socialismo y no a una porción infinitesimal de militantes, a menos que el PSOE se pretenda como sociedad anónima con junta de accionistas. Pero es ingenuo considerar al repetidor sólo como más pesado que mano de novio: dividirá el partido entre funcionarios del partido y es más que probable que intente negociados con Patxi que acepta lo que caiga, incluido el apoyo del PP. A lo peor no es pesado sino un holograma de Conan el Bárbaro.