Julián Redondo

El repaso

Perdió el partido, la semifinal, la compostura y los nervios. El orgullo alemán de aquel equipo supercampeón de Heynckes, hecho papilla. Las únicas noticias del Bayern llegaban cuando sacaba de centro. Esperaba un Madrid al contragolpe y le atropelló un Panzer más veloz y fiable que el Mercedes de Hamilton. En veinte minutos, 0-2; martes de Ramos. Sobrevoló una vez el central de Camas a Boateng y Dante, perdidos en el espacio, y borró el lunar de aquel penalti que, al colgarlo de las nubes, sirvió de mofa a Neuer. Otra vez de cabeza, se anticipó a la defensa. Luego entraron en acción los tres «atletas» y el 0-3 apagó cualquier atisbo de ilusión en la multizona alemana del Allianz Arena. Guardiola, 15 títulos en su palmarés de entrenador, intentaba levantar el ánimo de sus jugadores mientras los de Ancelotti reafirmaban sus posiciones, para no perderlas, para defender todos en uno, mientras Xabi Alonso se sobreponía a la tarjeta de Proença que le privará de jugar el 24 de mayo en Lisboa. Schweinsteiger provocó la falta y el árbitro picó.

Fue el único contratiempo madridista, una pérdida sensible porque sin él es menos Madrid. El 30 de octubre de 2013, Alonso reapareció contra el Sevilla (7-3) después de varios meses de dolorosa y complicada recuperación. En ese partido nació la BBC, «La conexión BBC», era el título de esta columna; en aquel encuentro el Madrid volvió a ser un equipo. En Múnich fue un equipazo, solidario, estajanovista, imparable y sólido, que dio un soberano e histórico repaso al Bayern. Y Cristiano con sus dos goles y Ribèry con el bofetón a Carvajal, a espaldas del árbitro, acabaron con la polémica elección del Balón de Oro.