Iñaki Zaragüeta

El riesgo de desaparecer

El PSOE de Pedro Sánchez se las promete muy felices al contemplar una panorámica en la que puede acceder al gobierno de instituciones en número impensable hasta hace menos de una semana. Las presidencias de comunidades, diputaciones y ayuntamientos serán ocupadas por socialistas con la sorprendente circunstancia que en casi todos lo harán habiendo obtenido los peores resultados desde 1983, eventualidad que le otorga una debilidad que en nada ayuda a mirar el futuro con optimismo.

Al contemplar este escenario, mi amigo Rogelio recordaba ayer que Sánchez y sus cuates se encuentran en una situación en la que los árboles le impiden ver el bosque. Su pensamiento de que, al presentarse a las generales con tanto poder, su recorrido de campaña será un «coser y cantar», sin darse cuenta de que en las circunscripciones donde los socialistas ostenten ese poder desde la debilidad sus aliados les habrán segado los pies. Tanto, que el varapalo electoral del PP no le impide refundarse, pero las coaliciones del PSOE pueden hacerle desaparecer.

La valenciana Compromís, ERC, Podemos con todas sus sucursalistas siglas y demás partidos que le otorgarán las poltronas, incluido Ciudadanos, tienen en su punto de mira al PSOE con el objetivo de comerle el terreno en las bolsas de votantes socialistas. La necesidad hasta la obsesión por acceder al poder provocará importantes cesiones que se dejarán sentir más pronto que tarde. Y se sabe que desde la necesidad nunca se hacen buenos negocios.

De repente, Sánchez está dándome la sensación de ir reconvirtiéndose cada día más en Zapatero, lo cual debe preocuparnos. Sólo le faltaba abandonar su fidelidad al Estudiantes y hacerse del Barça. ¿Te lo imaginas Ussía? ¿Por qué me he acordado de ti? Así es la vida.