Julián Cabrera

Es lunes, esto es España

La Razón
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Pues sí, ya estamos en el «día después». Es lunes 28, esto es España y aquí en Cataluña donde escribo, es decir en España, el pequeño comerciante ya ha levantado la persiana metálica de su negocio, el asalariado de a pie acude a su lugar de trabajo, el pensionista acaba de cobrar su paga de septiembre, el parado arranca la semana con la misma esperanza que la anterior de encontrar un empleo, los hospitales siguen mermados en el número de camas, las guarderías cerradas en los últimos tres años siguen cerradas, los periódicos siguen fieles a su cita en los quioscos y las emisoras de radio cuentan las verdades de sus tertulianos igual que ayer y lo mismo que mañana en este lugar llamado Cataluña que es Europa sencillamente porque es España.

Queda por concluir la primera digestión de lo ocurrido en una jornada electoral que en cualquier caso ha vuelto a evidenciar la brecha abierta entre dos maneras de contemplar el futuro de Cataluña sin grandes diferencias en cuanto al número de adeptos. Ésa es una realidad que no ocurría hace quince años, cuando el independentismo no pasaba del 17 por ciento en todos los sondeos y que debe llevar a una profunda y amplia reflexión y a preguntas como la incidencia real de la entrada en la campaña finalizada este pasado viernes, no sólo del empresariado y el mundo de las finanzas a estas tardías alturas del partido, sino de lo más granado entre los líderes extranjeros tal vez certificando el anhelo de Artur Mas y de Oriol Junqueras de internacionalizar el asunto catalán tras haberse pasado años el primero, arrumbado en salas de espera sin ser recibido por dirigente alguno de primera línea dentro de la Unión europea.

Pero hoy lunes 28, en esta Cataluña que se levanta siendo España como lo era ayer y como lo,seguirá siendo mañana, hay otras cosas que escapan por sí mismas a sesudos análisis. En este lugar de España hay ciudadanos que acuden libremente a manifestarse con su voto ante una urna, defendiendo su condición de catalanes y españoles sin dejarse intimidar por quienes viven del ruido y del agravio permanente. En este lugar de España hoy los problemas del día a día siguen siendo los mismos con un deterioro de la sanidad, de la educación y de la economía sólo proporcionales a la apisonadora de la ensoñacion soberanista. En este lugar de España toca, desde hoy lunes 28, afrontar un diálogo leal con el Gobierno del Estado sobre el modelo fiscal, sobre el sistema de financiación y –por qué no– sobre la reforma constitucional siempre dentro de la legalidad en nuestro actual Estado de Derecho.

Toca en definitiva, en este «día después», aún sabedores visto lo de anoche del galimatías político previo a la investidura de nuevo president, que éste, sea quien sea, se siente a dialogar con lealtad con el gobierno de la nación y no sucumba a un paron táctico hasta ver quién continúa o quién desembarca en La Moncloa tras las generales de diciembre.