Guardiola, Cataluña y Baviera

Sr. J. Guardiola: es usted una persona muy importante, ya que es futbolista, al que, por tanto, sirven los medios y su opinión es seguida por mucha gente, aunque no hable de fútbol, sino del referéndum catalán. Quien le escribe no lo es tanto, ya que soy sólo catedrático y no me dedico al fútbol, pero así y todo me atrevo a escribirle con la esperanza de que le haga pensar lo que voy a contarle, ya que el tema del referéndum tiene una perspectiva legal importante, si bien no le escribo sobre esto ni tampoco sobre el principio de democracia del que usted habla y que le sugiero relacione con otros principios jurídicos como, por ejemplo, el de «lealtad a la federación» (Bundestreue), el que le recomiendo también, sobre todo considerando que llevó usted la camiseta de España.

Le escribo más bien como profesor que vivió unos cuatro años en Alemania –también en Munich, por cierto, unos meses, gracias a una beca Humboldt–, país donde realicé un segundo doctorado y fui docente y hasta asesor en una ocasión del Gobierno alemán, Estado que, por tanto, como puede comprobar, conozco bien, tanto en lo jurídico como en lo social.

En esencia, si me lo permite, querría aconsejarle que, ya que está usted en Baviera, aproveche bien la estancia y aprenda todo lo que pueda por allí. Podría usted haber entrenado el Frankfurt o el Edinburgh o cualquier otro equipo europeo, pero da la casualidad de que ha tenido usted la suerte de entrenar en un sitio donde puede aprender mucho en relación con el tema del que tanto le gusta ahora hablar: la independencia de Cataluña. Si tiene ratos libres, lea un poco y observe la historia de Baviera como Estado independiente hasta hace no mucho, a diferencia de Cataluña. Y observe también que el «dialecto» bávaro es incluso más antiguo que la «lengua» catalana y, desde luego, más diferente del alemán que el catalán del castellano (escribiendo esto recuerdo un compañero de piso en München a quien no se entendía absolutamente nada en bávaro). Y observe cómo, pese a eso, el bávaro no invade todas las esferas de lo público, ni tampoco los entrenadores de fútbol del Regensburg o del Nüremberg usan lenguas distintas del Hochdeutsch, mientras que en España tenemos que subtitular sus declaraciones en la televisión nacional o incluso local. Aprenderá en Baviera que España es generosa. Y compruebe cómo, teniendo Baviera más motivos independentistas que Cataluña, los bávaros son leales al Estado. Y que racionalmente no hay motivo alguno para el referéndum y que, todo lo más, se basa en un sentimiento que como tal es respetable, pero sin sacarlo de quicio. Los sentimientos son muy importantes y por eso en España Cataluña es respetada considerando que tiene, sin motivos racionales para ello (como usted puede aprender en Munich), más prebendas (en los temas políticos importantes) que Baviera. Pero así y todo, además de los sentimientos (de independencia, al parecer), están los argumentos racionales, y creo que Munich es un sitio magnífico para que usted aprecie cómo sería Cataluña incluso en un Estado federal, así como la compatibilidad de lo bávaro y lo alemán. En esto es en lo que como catalán debería fijarse y es lo que debería contar aquí en España porque ésta es la verdad sobre Alemania que en «Spanien» no es muy conocida.

Yo aprendí mucho en Alemania, viendo que es más diversa que España y que, sin embargo, no hay deslealtades. Aprendí que Cataluña no es un caso único, ni es más desde luego que Baviera ni puede serlo. Se concluye que los sentimientos son importantes pero que también los argumentos racionales cuentan y el Derecho comparado. Porque puede usted observar, donde está ahora, que racionalmente el Gobierno de CiU y Esquerra no tiene razón. Acaso haya servido este comentario para que a partir de ahora modere un poco su apreciación sobre el referéndum y aprenda de la estancia. Y por cierto, si es que los sentimientos son lo que cuentan (ya que otro argumento racional no hay, y éste es el quid que le aportaría su estancia en Baviera), los demás tambien tenemos sentimientos que expresar respecto de España en la integridad geográfica que la compone.