Fernando Vilches

Hospital sin... sintaxis

Descubro con estupor que mi hospital de referencia no se lee las quejas, no sabe redactar (de ahí la lucha de los columnistas de «El poder de la palabra» para que se tome en serio el dominio de la lengua desde los primeros cursos de la enseñanza) y no se fija siquiera en quién pone la reclamación. Voy por partes y comenzando por el final. La queja la puse yo, como indica el destinatario de la carta, pero en su encabezamiento pone «Estimada Señora», así, con mayúsculas. La redacción no superaría un examen de la ESO. En el primer párrafo, escribe: «... en primer lugar lamentar la situación que Vd. Nos expone, así como todas las molestias que la misma pudo ocasionarles». Falta la coma tras el conector (en primer lugar), utiliza el infinitivo radiofónico (lamentar, ¿quién?) y utiliza el identificativo «la misma» con valor de pronombre, uso incorrecto advertido en 1972 por Lázaro Carreter. El esquema se repite inmediatamente: «En segundo lugar informarle, que su escrito fue remitido a la Dirección de Gestión de la que depende el personal administrativo, con el fin de que (...) le diera traslado a la persona a la que se hace referencia y nos dieran información al respecto». Las novedades son el desastroso uso de las comas (falta tras «lugar», sobra tras «informarle», falta tras «Gestión» y repite el verbo «dar» en catorce palabras). En el tercer párrafo, vuelve a utilizar el identificativo «debió de ausentarse del mismo», con una perífrasis incorrecta, porque «no debió de», que eso es conjetura. En el cuarto párrafo, escribe «dando prioridad a los mismos evitando en lo posible situaciones como la que ha motivado su reclamación», con un gerundio incorrecto que debía haberse sustituido por la oración final «para evitar». Y, para terminar, yo no me quejaba sólo de la desatención de un día concreto, ése en el que puse la reclamación, sino del trato habitual de esa persona, de sus frecuentes ausencias y de que deja un cartel que remite a otro despacho en el que no tienen las claves necesarias para dar citas nuevas. Menos mal que el personal sanitario sí hace muy bien su trabajo.