
Tribuna
Franco: 100 eventos
Creo firmemente que Franco y su obra, Franco y su Régimen, son, o deberían ser, asunto para historiadores e investigadores y no para cuestión de debate político actual
Bajo el lema «España en libertad», el Gobierno socialista/comunista que nos gobierna ha anunciado la celebración de 100 eventos para conmemorar los 50 años del fallecimiento del Generalísimo Franco.
No nos engañemos , su primer objetivo es desviar la atención de la opinión pública, vieja táctica política para tapar las miserias e ineficacia de un Gobierno, a todas luces corrupto, y en segundo lugar, sumir a la denominada derecha en el brete de hacer frente a un asunto que la divide y mucho. Asombra ver a destacados líderes del Partido Popular firmar un manifiesto, no dudo que bien intencionado, pero donde se tilda a Franco de «dictador decrépito y sanguinario». Asombroso es ver como la izquierda reivindica orgullosa el Frente Popular mientras que la derecha reniega de Franco y su obra. Son tan lerdos que no se dan cuenta de que aceptando la demonización de Franco y su Régimen se socavan los cimientos de la reconciliación, de la Transición, de la monarquía restaurada y desde luego del ordenamiento constitucional vigente.
Cobra especial relevancia el conocido aserto de que «la revolución se mueve en el caos como pez en el agua», Mao tse Tung, dixit.
Y es que el proceso revolucionario que lidera Pedro Sánchez va paso a paso estableciéndose en medio del caos generalizado que se ha implantado en la sociedad, especialmente en la derecha, con esta iniciativa que podría denominarse surrealista pero que es muy real.
«España en libertad» es el lema de las intenciones de Sánchez para denigrar la figura de Francisco Franco y, mientras los españoles nos enzarzamos en si son galgos o podencos, nos impone su doctrina socialista/comunista para que no nos demos cuenta de lo que significa su libertad porque acaso:
¿Es libertad incorporar a la Administración a los herederos intelectuales de asesinos terroristas a los que de continuo se homenajea como héroes?
¿Es libertad atentar violentamente contra la unidad de España, indultar el delito, amnistiar y violentar la conciencia, la justicia y el orden?
¿Es libertad habernos encerrado en nuestras casas por ineptitud, desconocimiento o maldad y ampararse en unos uniformados militares, policías, guardias civiles, y falsos científicos que salían a explicarnos cada día lo bien encerrados que estábamos?
¿Es libertad el robo manifiesto desde las instituciones?
¿Es libertad la corrupción administrativa, el manejo de la Ley mediante un tribunal ad hoc?
¿Es libertad insultar al Poder Judicial desde el Poder Ejecutivo, sospechar de él, manipular la Fiscalía General del Estado?
¿Es libertad atacar a los medios, controlar la información, imponiendo un pensamiento único?
Pues eso es lo que está pasando y, mientras, todos a hablar de Franco.
Creo firmemente que Franco y su obra, Franco y su Régimen, son, o deberían ser, asunto para historiadores e investigadores y no para cuestión de debate político actual. El Sr. Sánchez nos lo introduce ahora hasta en la sopa y ahí corre el riesgo de encontrarse con la horma en su zapato. ¡Caramba! Se presta a que recordemos al Franco legionario, de reconocida y heroica valentía en la guerra de Marruecos, cuando aún tenemos en la retina a un Presidente de Gobierno con la cara demudada, acobardado, atemorizado y huyendo a escape en Paiporta; se presta a que recordemos al Franco estadista parando a Hitler en la frontera al tiempo que negociaba con Churchill y Roosevelt para librar a España de entrar en la II GM, cuando vemos hoy la irrelevancia internacional de España; se presta a que recordemos al Franco que con sus políticas sociales y económicas sacó a España de la miseria y creó una clase media inexistente hasta entonces y que posibilitó la posterior transición al sistema político actual , cuando de nuevo en España surgen bolsas de pobreza, etc…, podría seguir así «ad aeternum» pero me temo que sin mucho éxito, pues ya estamos viendo como desde el propio Gobierno, mediante la vieja táctica marxista de implantar la mentira tras la mentira hasta que se convierta en verdad, ha lanzado a todos los medios adocenados a su servicio a la batalla mediática.
Decía Sófocles «que lo que peor le puede suceder a un gobernante es quedarse sin gobernados. Lo peor que le puede pasar al tirano es gobernar para sí mismo cuando sus decretos se vuelven en contra de su persona, o cuando su poder está tan desgastado que todo aquello que ordena cae en el vacío que él ha provocado», «la tiranía es un proceso político en el cual el sujeto se ocupa sólo de lo que le es propio, de su entorno cercano, sus propiedades y su familia y en consecuencia no hace nada que sea digno de recordar en relación con el pueblo que gobierna».
Juan Chicharro Ortegaes General de División de Infantería de Marina (R)
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