José Antonio Álvarez Gundín
La frase de Almodóvar
En los días siguientes al 11-M se dijeron muchas estupideces y se lanzaron furibundas acusaciones, pero ninguna fue tan terrible, tal vez, como la frase de Pedro Almodóvar: «Lástima que tuviéramos que pagar un precio tan alto, pero esta semana ha culminado con una noticia liberadora... El domingo hemos vuelto a la democracia». Además de sentir lástima por los 191 asesinados, Almodóvar sentía un odio feroz hacia Aznar («Con la sangre que le caía en la cabeza al señor Aznar es normal que el pueblo quisiera vengarse») y hasta dio crédito al rumor según el cual el PP planeó dar un golpe de Estado la noche antes de las elecciones. Estuvo sembrado aquel 16 de marzo, en el que presentó su película «La mala educación», aunque estoy seguro de que Almodóvar no pretendía sopesar el rédito político de aquel salvaje atentado. Se limitó a reflejar el estado de ánimo de buena parte de la izquierda que, encasquillada emocionalmente en la Guerra Civil, daba rienda suelta a sus odios cainitas contra la derecha. España, otra vez, abierta en canal. Diez años después, me pregunto si el cineasta español más internacional mantiene las mismas opiniones. Mejor dicho, si la izquierda sostiene, como entonces, que un Gobierno del PP es moralmente ilegítimo y que la democracia es incompatible con la derecha. En suma, si una década después sigue vigente la licitud de utilizar el hundimiento accidental de un petrolero o el horror de una masacre para sacar tajada política. Es probable que la división en torno a las víctimas se haya restañado, pero persiste la superstición de que el atentado del 11-M fue un acto de guerra contra Aznar y no un ataque contra la libertad de todos los españoles. Aquel día de infamia no se recuperó democracia alguna; al contrario, se perdió una ocasión histórica de hacerla grande todos juntos.
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