Iñaki Zaragüeta

La Ley es para todos

Perplejo me tienen. De una pieza me quedo al conocer que aquellos que juraron o prometieron cumplir y hacer cumplir la Constitución obrarán en consecuencia. Si no fuera porque la cuestión es seria, habría que tomarlo a risa. Me refiero a la buena nueva que da a conocer la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en el sentido de que acatará la orden del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, de querellarse contra el presidente de la Generalitat por la organización del 9-N.

¡Ya está bien! Esto de Cataluña se está convirtiendo en un auténtico coñazo, que diría el Nobel Camilo José Cela. Y todo porque una serie de fiscales de esa comunidad prefieren ponerse en el bando secesionista que en el de la Constitución. Optan por la ilegalidad en lugar de cumplir con su obligación y cumplir la orden del Tribunal Constitucional, que anuló tanto la consulta posible como la pantomima.

El sendero de la Fiscalía General del Estado es tan estrecho como el marcado por la Ley. No debería atender a componendas políticas. No hay más posibilidad que la decidida por Mariano Rajoy de recurrir, tal como le indicaba el ordenamiento legal. La Ley está para cumplirla y los primeros, las instituciones y los que en ellas nos representan. Aquí no vale aquella broma de Groucho Marx: «Éstos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros». La Ley no puede perder. Si pierde, como alguien dijo, pierde la libertad.

Si tanto presumimos de que el Estado de Derecho se basa en los fundamentos de Montesquieu, fue él quien proclamaba: «La Ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie». Así es la vida.