Angel del Río

La normalidad

La normalidad no suele ser noticia, porque sólo la alteración de las cosas, lo imprevisto y lo accidental alcanzan el rango de hecho noticiable de interés general. Pero hay ocasiones excepcionales en las que lo normal se convierte en noticia, incluso adquiere categoría de titular. Pongamos que hablo de la Asamblea de Madrid, que en los últimos tiempos me ha recordado a aquellas asambleas populares de barrio de los años setenta, que terminaban como el rosario de la aurora. Ayer, como cada jueves, tocaba celebrar pleno en la Asamblea regional y todos nos disponíamos a asistir a un nuevo y deplorable episodio de grueso esperpento político, con sus broncas, agresiones verbales, descalificaciones y expulsiones, como había ocurrido todos los jueves de las últimas semanas.

Pero ayer no era el día de la bestia. No hubo bronca, ni insultos, ni salidas de tono hirientes, y el presidente del Parlamento, José Ignacio Echeverría, sólo tuvo que sacar tarjeta roja a un grupo de camisetas verdes invitados de la tribuna que no se comportaron debidamente. El titular de la noticia estaba escrito: «Vuelve la normalidad a la cámara regional». Para que eso llegara a ser posible fue necesaria una reunión previa del presidente del Parlamento con los portavoces y llegar a un acuerdo, a un compromiso por escrito de propósito de enmienda y de no provocar altercados como los de los últimos jueves. Todos apoyaron el acuerdo, menos el PSOE, que se abstuvo, pero por la tarde se apuntó a la normalidad. Es una buena noticia, que celebro. Veremos lo que dura, lo que permanece la cordura, los buenos modales, en definitiva, el respeto al Parlamento donde se representa la voluntad de todos los madrileños.