Rosetta Forner

Limpiar la casa

La Razón
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Si en una casa hay una habitación con algo podrido, el conjunto se resiente. Estoy con el Papa Francisco en que la verdad no debe esconderse. Por consiguiente, debe limpiarse aquello que corroe los cimientos, y reparar lo que esté defectuoso. Es una lástima que los casos de pederastia, como el del clan de «Los Romanones», empañen la impagable labor humanitaria que tantos sacerdotes de buen corazón desarrollan en el anonimato. Al igual que las personas debemos limpiar de miedos, rencores y «demonios» varios nuestra psique, lo mismo debe hacer la Iglesia como institución. Como experta-coach PNL, soy partidaria de enseñarle a la gente a cuidar de sí misma, ya sean adultos o niños. Los padres, la familia, deben procurar amor, cobijo y alimento espiritual, además de nutrir el cuerpo físico, creando un ambiente de confianza donde el niño o el joven pueda exponer sus miedos y contar los ataques u ofensas de cualquier índole de que pueda ser objeto, ya sea un mobbing psicológico o sexual. Tengo una amiga en Estados Unidos que sufrió abusos sexuales por parte del sacerdote de su parroquia (no recuerdo de qué religión/fe era). Ella lo contó en casa. Al ser una familia disfuncional –desestructurada emocionalmente: el miedo al qué dirán y el tratar de agradar a la autoridad superaban al amor propio y al instinto de cuidar de uno mismo y de los que amamos–, a sus padres les superó el hecho, no la apoyaron. Y la castigaron con el ostracismo. Como siempre, el amor nos salva y su ausencia nos destruye.