Selección Española
«Little boy», la bomba
Después de repartir munición entre el enemigo, Del Bosque y Casillas han firmado «La paz de Las Rozas». La mañana fue pródiga en noticias. El portero recurrió a Twitter para anunciar que no era necesaria una garlopa para limar las asperezas. Colgó una fotografía en la que aparecen el técnico y él abrazados y sonrientes. La sonrisa es natural, no como aquella de Figo cuando comprobó que Florentino no iba de farol y le ató al Madrid. El mensaje de Iker, prueba de la concordia: «25 años juntos y los que quedan».
La recuperación de la armonía entre dos de las piezas más destacadas en la historia de la Selección es una buena noticia. Ambos han decidido que pelillos a la mar. Sabia opción. Aunque seguiremos preguntándonos por qué Del Bosque lanzó su «Little Boy» sin aviso previo ni un transporte como el «Enola Gay». Sólo un par de horas después, el seleccionador dejó de serlo, al divulgar la rescisión de su contrato 27 días antes de extinguirse.
Finalmente, Del Bosque deja la Selección como se propuso en diciembre de 2015, tras la Eurocopa, y del sucesor podría decirse aquello de «sólo sé que no sé nada». Parecía que Caparrós tenía todas las papeletas para sucederle y de repente la «vía Camacho» irrumpe entre las lucubraciones con la fuerza de un tornado. Con él al frente de la Roja, estaría garantizada la continuidad del «Little Boy» Javier Miñano, el preparador físico, «El Niño» de Del Bosque y Toni Grande.
Se avecina otro huracán, en el Barça, que ha renovado a Neymar por 25 millones netos la temporada, unos 48 brutos, y le han subido diez millones la cláusula, hasta los 200. La suya es la ficha más alta del fútbol español, por poco tiempo. Messi espera turno y firmar el nuevo contrato: 40 millones netos. El ciclón es azulgrana.
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