Julián Redondo

¡Manda huevos!

La Razón
La RazónLa Razón

La FIFA ha mandado a Platini a esparragar y la Comisión Ética, que le situó en el cadalso, para justificar su existencia y el peculio de sus componentes ha impuesto al vilipendiado Ángel María Villar una multa de 23.165 euros, por un «¡tiene cojones!» como respuesta a una pregunta del fiscal Michael Garcia. Por lo demás, limpio como una patena. Villar ha sido sospechoso por estar inmerso en un proceso de depuración del que ha salido indemne, y no como otros. Al cabo de pesquisas y averiguaciones resulta que es uno de los pocos dirigentes del fútbol mundial que no ha metido la mano en la caja, que no está pringado.

La expresión de Villar, equivalente a «¡manda cojones!» o al «¡manda huevos!» de Federico Trillo y «¡viva Honduras!», es de un uso tan coloquial en español que ni los sesudos jueces de la FIFA ni míster Garcia la han captado en su esencia u origen etimológico. Podían haber aludido por derivación al «manda uebos», que significa manda necesidad, pero por ignorancia o interés se agarraron a los testículos para multar. Algo había que hacer después de tantos dimes y diretes y de que Blatter, que tiene más peligro que una caja de bombas, señalara a su vicepresidente como uno de los actores decisivos en la elección de Rusia’2018 y Qatar’2022 para la celebración de sendos Mundiales.

Una cosa es que el presidente de la RFEF hable mal y diga «fúrbol» y «álbitros» sin que le cause ningún complejo, y otra muy diferente que sea un mal hablado. No ha trascendido cuál fue la pregunta que provocó la exclamación malsonante que ha ruborizado a esos jueces que incluyen entre los cinco candidatos a presidir la FIFA a Sheikh Salman, príncipe bahrení acusado de «crímenes contra la humanidad». Éste sí que ha superado el examen de integridad que ha descartado a Platini. ¡Manda huevos!