José Núñez Manrique

Más teatro que fútbol

Son muchas las dificultades que tienen que solventar los colegiados en la dirección de los encuentros. Una de las más importantes es la poca ayuda que encuentran en los jugadores, que sólo buscan su propio beneficio. Se vio en el partido de El Cornellá-El Prat, donde Javi López engañó al colegiado fingiendo que el balón le golpeaba en el rostro cuando en realidad le golpeó en el brazo. De esta forma consiguió que no señalara un claro penalti a favor del Madrid.

- Espanyol-Real Madrid. Iglesias Villanueva tuvo mucho trabajo y no todo lo hizo bien. Se equivocó al anular un gol a Héctor Moreno por una supuesta falta a Xabi Alonso, cuando sólo hubo un forcejeo por la posición. Pasó por alto las manos ya comentadas de Javi López. Acertó al no señalar otros dos penaltis que le pidieron: una caída de Sergio García y unas presumibles manos de Essien. Con buen criterio expulsó a Víctor Sánchez por una dura entrada a Higuaín.

- Osasuna-Getafe. Álvarez Izquierdo acertó al no señalar penalti en una acción en la que Colunga se dejó caer dentro del área, mientras buscaba el contacto con el contrario. No había falta.

- Valladolid-Deportivo. Mateu Lahoz, bien situado, hizo bien al no ver falta en una caída de Larsson, en la que no señaló penalti. Sin embargo, erró al anular un gol a Oliveira por fuera de juego: en posición muy ajustada, se encontraba en línea con Balenciaga.

- Zaragoza-Valladolid. Hernández Hernández pitó un claro penalti por unas manos de Fontás. Repitió otra vez con acierto al anular un gol a Aduriz porque existió una falta previa a Aouate.

- Levante-Zaragoza. Gil Manzano, que estuvo muy bien auxiliado, anuló un gol a Aquafresca, que estaba en fuera de juego.

- Rayo Vallecano-Valencia. Delgado Ferreiro acertó al señalar penalti en la jugada en la que el valencianista Parejo fue derribado por un defensor local en Vallecas. También toma la decisión adecuada cuando anula un gol a Delibasic por manos previas a su remate.

- Betis-Celta. Teixeira Vitienes F., acertó al anular los dos goles, marcados por Nosa y R. Castro. En ambos existía un fuera de juego previo al remate. Sin embargo, no todo fue bueno en su actuación: erró cuando anuló otro a Túñez. Entendió que se aprovechaba de su fuera de juego, pero esta vez su posición sí era legal.