Julián García Candau

Mejor con diez

Helenio Herrera fue el técnico que inventó la figura del entrenador mediático. Él dio categoría al oficio. Siempre tuvo a mano una frase ingeniosa. Una de ellas fue afirmar que al fútbol se juega mejor con diez que con once. Tal afirmación, como todas las futbolísticas, tiene viaje de ida y vuelta. Por ejemplo, el Madrid derrotó con toda calidad y facilidad al Galatasaray, a pesar de que antes de la media hora de juego se quedó sin Sergio Ramos, autor de una falta estúpida. La teoría la confirmó el Barcelona el martes en Ámsterdam, porque con once fue incapaz de derrotar al Ajax.

El Madrid contó con una alineación nueva en la plaza. Isco, Casemiro e Illarramendi para arrancar en el centro del campo y el ataque con Di María, Bale y Jesé. Éste fue el damnificado por la expulsión de Ramos que, además, obligó a alinear a Nacho. El equipo madrileño se topó con el problema de la inferioridad numérica y a partir de ese momento se creció. Bale, que no había aparecido, marcó de libre directo y aunque el equipo turco logró el empate, en gran jugada de Drogba que terminó Bulut, todo cambió y el Galatasaray acabó pareciendo equipo colaborador.

El Real Madrid, sin Cristiano, volvió a golear y el gran descubrimiento de la noche fue Arbeloa. No solo marcó un gol, sino que facilitó otro. Después de aquel gesto de colocarse la camiseta de portero en el amistoso ante Suráfrica en Johannesburgo, se ha crecido moralmente. El Bernabéu, que nunca lo ha tenido en su santoral, anoche le tocó las palmas. Merecidas.

Posdata. Los jóvenes no decepcionan. Merecen más oportunidades.