Angel del Río

Memoria selectiva

La Razón
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Recuperar la historia de Getafe, y no olvidar lo que de ella sabemos quienes vivimos en esta ciudad, es una idea de la alcaldesa, Sara Hernández, un afán encomiable si fuera sincero tanto en sus intenciones como en sus fines. Pero mucho me temo que cuando se toca asunto de tanta sensibilidad social e intencionalidad política, las cosas no son como aparentan, y ocurre que la memoria se recupera al antojo de una de las partes, manipulando lo que no interesa conservar.

En el Ayuntamiento de la localidad se creó la comisión municipal para la recuperación de la Memoria Histórica de Getafe. Hasta el momento habían desaparecido nombres y elementos alusivos al franquismo, pero han permanecido aquellos relacionados con la República, lo que evidencia un sentido selectivo de la memoria histórica.

La alcaldesa getafense, que gobierna con el apoyo de Podemos e IU, ha aclarado que la comisión creada «no es una comisión contra nadie», y lo que pretende es «no olvidar la historia y la identidad del pueblo de Getafe». Pero mientras lanza esta idea, aparentemente loable, pide al obispo de las diócesis que retire del Cerro de los Ángeles la placa «en honor a Franco». Como se hizo en Madrid, y luego se rectificó el error, podía haber ordenado a funcionarios municipales que la quitaran por las bravas, lo que pasa es que esa placa está en un recinto privado de la Iglesia.

Pero resulta que la placa en cuestión no es un recuerdo en honor del dictador, sino una placa del acto de inauguración del nuevo monumento levantado al Sagrado Corazón de Jesús, que fue profanado y destruido en agosto de 1936. En este caso, la pretensión no se corresponde con la filosofía de recuperar la memoria histórica de Getafe, sino de borrar de la memoria la inauguración de un monumento conocido en toda España.

Si todo va a ser así, estamos apañados con la iniciativa del Gobierno municipal, con lo que está por venir. Por cierto, cuando la alcaldesa anunció que se iba a crear esa comisión, dijo que en ella participarían profesionales de la historia y la educación, asociaciones y particulares. Tengo el honor de ser el decano del Cuerpo de Cronistas Oficiales de esta Villa de Getafe. Ni yo, ni mis otros tres compañeros cronistas, el periodista Arturo de la Cruz, el historiador Martín Sánchez y el escritor Lorenzo Silva, hemos sido invitados a esa comisión. Nada extraño, porque ya ha ocurrido con los cronistas oficiales de Madrid. Parece que nos han borrado, u olvidado, de la memoria reciente.