Luis Alejandre

Monzones de verano

La Razón
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«Nuestra área de operaciones sufre dos monzones al año: el del verano (SW) que es el más fuerte y el de invierno (NE), menos violento. Hoy estamos frente a las costas de Somalia; las temperaturas y la humedad son más soportables que las del Golfo de Adén, –38 grados y 98% de humedad–, pero los vientos del monzón mantienen mar gruesa: ayer teníamos 55 nudos que condicionan no sólo la propia vida de la dotación, sino las operaciones de los helicópteros».

Así se expresan los marinos del Buque de Asalto Anfibio «Galicia» al mando del capitán de Navío Fernández-Pintado. Por tercera vez surca las aguas del Índico en el marco de la Operación Atalanta, la misión decidida por la UE en 2008 para acabar con la piratería procedente de las costas de Somalia. Se amenazaba un corredor marítimo no sólo comercial –20.000 buques al año, 40% del petróleo–, sino al Programa Mundial de Alimentos de NN.UU. que mantiene a cerca de diez millones de personas en distintos campos de refugiados de la región.

Todos recordamos el secuestro de los pesqueros españoles «Playa de Bekio» (Abril de 2008) y «Alakrana» (Octubre 2009). Y los más veteranos del «Galicia» tienen bien presente el «rescate con fuerza» realizado en septiembre de 2011, de la rehén francesa Evelyne Colombo secuestrada junto a su marido Christian, antiguo oficial de la Armada francesa, que fue asesinado.

Nos hemos olvidado pronto. Pero en 2011 llegaron a secuestrarse 30 buques y se aprehendieron 600 rehenes. A día de hoy, el problema no existe. Han sido necesarias muchas medidas. Y no sólo la decisión de la UE impulsada por España y Francia de crear la primera operación naval de la Unión. Inicialmente se situaron aviones de vigilancia marítima operando desde Djibuti. España participó desde un primer momento y continúa operando con efectivos del Ejército del Aire. Se potenciaron las capacidades de la propia Somalia, instruyendo a su ejército primero desde bases de Uganda y luego en la propia capital, misión en la que participa el Ejército de Tierra. A la vez se apoyaban sus capacidades marítimas con otro programa de la UE –EUCAP Nestor– , al tiempo que se integraban esfuerzos en la mar, con misiones lideradas desde enero 2009 por EEUU (Task Force 151) o por la OTAN en marzo de 2009, o las decididas unilateralmente por India, China o Japón defendiendo su vital tráfico marítimo.

Resultados: desde mayo 2012 no ha habido un solo secuestro. Y desde el comienzo de la misión el programa Mundial de Alimentos se ha desarrollado sin novedad. Se adoptaron medidas de coordinación con navieras y empresas pesqueras –hoy operan 35 barcos españoles– consistentes en «buenas prácticas»: información, coordinación, incluso autoprotección.

Por supuesto, todo este despliegue entraña coordinación. En este caso –al igual que nuestros «Hércules» de Dakar se coordinan desde Lyon (Francia) o la Bateria PATRIOT de Turquía desde Ramstein (Alemania)– la operación del Índico se coordina desde Northwood, Cuartel General ubicado en las afueras de Londres, lugar en el que opera una importante célula naval española. En la mar con mando rotatorio (CTF -465) hoy al frente de las operaciones aliadas el Almirante Gómez Fernández de Córdoba, con su Estado Mayor, embarcados en el mismo «Galicia».

Como siempre nuestras gentes de armas quitan valor al esfuerzo de permanecer más de seis meses lejos de su familia, de soportar horas y horas de mar gruesa durante las tres semanas que dura cada periodo de misión, de vivir con «el azote de la humedad» como le llaman. No pueden hablar de los puertos de descanso –máximo cuatro días– como si estuviesen en Marbella. Pero los valoran: «Dar-el-Salam es el mundo africano de la sabana»; Zanzibar, la isla tropical de aire musulmán y esclavista; Port Victoria, el más occidental y turístico; Shalalah, lo musulmán, hasta hace unos días en pleno Ramadán. En estos momentos, llevamos un porcentaje de días mar/días puerto del 85% y 15%».

No faltan iniciativas para hacer más llevadera la misión: cines en cubierta; bingos; barbacoas; el Brigada Leira dirige un programa de «Radio Mamparo 123» y el pater «que es un figura» saca fondos para un orfelinato de Djibouti. Se celebró la Feria de Sevilla, e incluso los «sanfermines, todos de blanco, pañuelo rojo al cuello, el comandante leyendo el pregón, todos implorando protección al Santo, encierro y vaquilla (de cartón por supuesto) incluidos».

Amigo lector: coincido en que no es fácil relacionar un «pobre de mí» con la mar gruesa del monzón de verano. Pero ellos, lejos de casa, sin discutir la misión que les han encomendado, cumplen con su deber. Y no se olvidan de su Patria, en tiempos en que soplan otros vientos que pretenden romperla.

¡Tras San Fermín, pedidle mañana a Santiago, Patrón de España, que nos proteja de los vientos contrarios a nuestro orden constitucional! ¡Como vosotros, en tiempo de monzones, protegéis, firmes y seguros, a los que intentan asaltar nuestros barcos!