Marta Robles

Nada dulce

Ayer fue el cumpleaños de Dani Pedrosa y quería haberlo celebrado con un triunfo en Motorland, sobre todo porque esa victoria encerraba parte de sus opciones al título de MotoGP. Pero una caída lo impidió. Si hubiera sido la mala suerte lo que la hubiese provocado, el piloto que tanto nos hizo llorar con aquel inolvidable anuncio de Cola Cao estaría triste. Pero no fue el caso y lo que está es furioso. Marc Márquez, ese nuevo piloto de Walt Disney que parece más un dibujo animado por sus capacidades que un ser humano real, le dio un leve toque que seccionó el cable que gestiona el control de tracción de la moto. Por ese motivo, en cuanto Pedrosa le dio al gas en la siguiente recta, irremediablemente cayó. No sé tanto de motociclismo como para decir si eso está prohibido o no, aunque éticamente parece andar justo en la raya. Pedrosa, con el GP de Aragón perdido y sus opciones al Mundial mermadas, se mostró enfadado y no pudo evitar declarar que él también sabe «pilotar pasado de vueltas», refiriéndose a la forma en la que Marquéz lleva conduciendo todo el año. El dolor de la pelvis no debe ser nada comparado con ese fracaso inducido, con el que Dani no contaba.

Márquez, por su parte, que había afirmado días atrás que Pedrosa era quien debía ganar, no ha dicho ni media palabra sobre este feo asunto, que enfrenta a dos grandes deportistas, del mismo equipo. Ni la victoria dominical de Marquéz, ni la tarta de Pedrosa en su vigésimo octavo cumpleaños les debe de haber sabido muy dulce a ninguno de los dos...