Julián Redondo

No estamos locos

A Piqué le insultaron dos, ni uno más ni uno menos, aficionados en la Ciudad Deportiva del Fútbol en Las Rozas. A Casillas, que se ha explicado demasiado tarde y ha metido el dedo en la llaga más inconveniente, aunque sea cierto que se sintió «aislado» porque el presidente no salió a defenderle y la institución apoyó incondicionalmente al entrenador que es causa de su desasosiego, le pita un sector del Bernabéu antes de que ruede el balón. Javier Tebas dice en Barcelona que por qué no iba a recibir Messi el homenaje del fútbol en el campo del Real Madrid si supera la marca goleadora de Zarra el próximo día 25. En fin...

Cardenal y Tebas aseguran que el Barça, como el Espanyol y el resto de equipos catalanes inscritos en competiciones nacionales, no podrían jugar la Liga porque si Cataluña fuera Estado independiente no sería español. A Benzema, francés y a mucha honra, supongo, se le antoja que sería una barbaridad la exclusión azulgrana. Los estadounidenses enfermos de ébola repatriados a su país se han curado y no han contagiado la enfermedad. En España han fallecido los dos misioneros y parece ser que uno de ellos fue quien se la transmitió a Teresa, auxiliar de enfermería del Carlos III. Nadal juega en Shanghái con el apéndice a punto de reventar y pierde con Feliciano. Es natural, pero no es normal. Piqué, en la concentración de España antes de partir hacia Eslovaquia: «Me volveré a partir la cara por este equipo, que es mi equipo». El baloncesto femenino pisa fuerte y suma cerca de 140.000 licencias (antes de ser subcampeonas del mundo). Las chicas, en la cresta de la ola, siguiendo la estela de las tenientes Ripley y O’Neil. Esto no es Alien, esto es España.