Restringido

Pintan bastos

La Razón
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Xavier García Albiol, de niño, tuvo que visitar al médico por unos dolores en las piernas. El diagnóstico no sonó bien: debía pasar por el quirófano. Inconformista, acudió en busca de otra opinión. Lo que escuchó del segundo galeno fue diferente: el remedio consistía en apuntarse a un equipo de baloncesto. Sus sufrimientos eran el reflejo de crecer abruptamente. Dicho y hecho: Albiol se inscribió al Joventut de Badalona, donde logró jugar a buen nivel al «basket» y el tiempo lo convirtió en un hombre de más de dos metros. De esta experiencia, el hoy candidato del PP aprendería que las primeras impresiones no siempre son las acertadas y que en la vida quien invariablemente pierde es quien nunca se atreve.

A su memoria debió acudir este episodio de infancia cuando, a finales de julio, con sólo dos meses por delante, Rajoy le comunicó que sustituiría a Alicia Sánchez Camacho como cabeza de lista en las autonómicas. Las encuestas para los populares eran demoledoras: las optimistas vaticinaban que pasaría de los 19 diputados de 2012 a cinco. El PP estaba en caída libre mientras Ciudadanos le «robaba» votantes. El presidente de los populares reaccionó demasiado tarde. Innegable. Ahora los hechos ciertos son los que son: el PP tiene 11 diputados, ocho menos que los que tenía hace tres años. Visto el vaso medio lleno, son seis más del suelo desde el que partió Albiol. La frase repetida en Génova 13 estos días ha sido «le ha faltado tiempo» para crecer más. Esto no es achacable al candidato. Sin embargo, las caras de los mandatarios populares anoche lo decían todo. El repaso que le ha dado C`s con su regeneración política al PP es significativo. El socialismo, además, resiste a Podemos. El asalto a la Moncloa está muy abierto. Y las cartas repartidas en Cataluña no son las mejores para Rajoy.