Deportes

Políticos como Messi

L29 Ellos y ellas

España, autonómicamente, es plural y diversa, pero un cisco de padre y muy señor mío por culpa de los políticos. España, deportivamente, es diversa y plural, pero una delicia por «culpa» de los deportistas. Otro oro esta semana, éste en balonmano.

–La ansiedad de ganar y el trabajo en «grupo» son los factores que han determinado este título de campeones de Europa –destacan jugadores y técnicos.

Trabajo en grupo. Y es que es verdad que la familia que trabaja unida permanece unida, como la familia de la España deportiva. Gracias a los deportistas, España es universalmente aplaudida por sus plurales éxitos en fútbol, balonmano, tenis, golf, motociclismo, bádminton, ciclismo, trial, alpinismo, patinaje artístico, natación, atletismo, halterofilia... Cuando no son ellos, son ellas.

–¿Por qué los políticos, a imagen y semejanza de los deportistas, no trabajan unidos para mantener sólidamente unida y feliz a España?

Es mi sentir: cada día creo más en los deportistas y menos en las autonomías y en los políticos.

M30 Pluralismo

Pluralismo, en fútbol, significa convivir a la vez con el consenso y el disenso.

–Ya hay consenso con ZZ en el Real Madrid, gracias a la goleada al Valencia.

Hace nada, el disenso era feroz. «ZZ, agotado». «Físicamente, el Real Madrid mengua en las segundas partes». Podría seguir, pero no. Cuando hay calma, hay consenso, y vivir en la calma del consenso es placidez. Lo otro, el disenso de la crítica radicalmente exacerbada, genera desazón mental. FP ha calmado a ZZ y le ha dicho que ahora lo importante es ganar al PSG.

–¿Misión imposible?

–El Real Madrid es grande por sus mutaciones. El equipo realmente grande es el que muta lo imposible en posible.

EL PSG, en teoría, parece mejor que el Real Madrid. Barre en su liga, y su fútbol es a la vez eficaz y preciosista, ambas cosas. Y su FP, esto es, su «amo y señor», Al Khelaifi, le ha pedido a Unai Emery, su ZZ, que no le defraude:

–Yo también quiero ser grande en el fútbol

Algo así.

X31 Gracias, Dios

«Esto se ha terminado, me voy» (Puigdemont). Oh, Dios, gracias en nombre de todos los españoles con el sentido común no averiado por la política. Que Dios, a pesar de todos tus gravísimos pecados separatistas, te perdone, Puigdemont.

–¿Y si no me perdona?

–Dios no es usted, Dios no hace tonterías, Dios perdona incluso a los seres humanos con el sentido común estropeado.

J1 Amores

Piqué tiene dos amores: el fútbol, al que le debe cuanto es, fama, popularidad y bienestar social y económico, y la presidencia del Barcelona cuando, colgadas las botas, empiece a peinar canas. Piqué, últimamente, probablemente por inmadurez, cae con frecuencia en la impertinente e insultante ironía. Hace unos días, despreció innoblemente al catalanísimo Real Club Deportivo Español, llamándole «El Español de Cornellá». Se le ha abierto expediente por tal zafiedad. No creo que prospere. ¿Qué demuestra con esa clase de burdos «donaires» a los que es tan propenso? Demuestra, sencillamente, que si no depura su estulticia jamás podrá aspirar a la honorabilísima presidencia del Barça. El Barça es estilo y cultura.

V2 Lo pienso

Dios, si existe, es un ser único, y Messi, que existe, es un futbolista único.

–Comparación irreverente, majo.

En absoluto, porque yo, exista o no, creo en Dios. Dios lo sabe.

En cuanto a Messi, es que sin él, el Barcelona no sería lo que es. El Barça, desde hace tiempo, es el Club de Fútbol Messi. Messi es casi perfecto: rocoso, mágico, creador, goleador, solidario, amical, tolerante, generoso, también divino. Se lo digo a Hernán San Pedro como lo pienso:

–¿Por qué en lugar de demócratas de toda la vida no tenemos políticos como Messi?

Me contesta:

–El deporte es más noble que la política.