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PSOEDEMOS

La Razón
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Lo lógico es que no jueguen en el mismo equipo los que visten distinta camiseta, no llevan idéntica bandera, y tienen objetivos opuestos. Hemos visto a Pedro Sánchez en el Teatro Circo Price de Madrid delante de una bandera de gran tamaño, la constitucional de España. También hemos visto a Pablo Iglesias abanderado, en su camiseta de fútbol, con la republicana.

Qué importa que tengan ideologías diferentes, distantes, divergentes, antagónicas, cuando estos dos líderes han estado juntos haciendo tantas cosas buenas por España. Vale, no es verdad que con esta coalición los ciudadanos hayan ganado algo, más bien al contrario, siendo tan incompatibles: donde gobiernan se ha perdido eficacia y capacidad de gestión. Pero sí es cierto que están juntos después de que el señor Iglesias se reuniera en el reservado de un restaurante, donde nos dijo que nunca iba a estar para estos asuntos, con el señor Sánchez, quien nos había pregonado que nunca pactaría con populistas, a los que identificó «Podemos es populismo». Puede ser que hayan sido capaces de cambiar de ideas, de camiseta, de bandera, y de lo que sea, o es posible que no oyéramos bien a Pablo Iglesias cuando dijo con cercanía que el PSOE era la caspa –algo anticuado, pasado de moda, rancio, como el comunismo totalitario–, y no la casta como habíamos entendido.

Aunque ambos socios no coincidan en la bandera, sí lo hacen en su preferencia por la farándula y la pista, donde parece que les gusta moverse... ¡Pasen y vean!

En el antiguo Circo Price, que estaba en otra ubicación, se celebraron múltiples acontecimientos de todo tipo: musicales –Miguel Ríos cantó en las matinales del Price–, deportivos –Manuel Alcántara y Garci han contado sus grandes veladas de boxeo– y, por supuesto, circo –donde triunfó la gran trapecista canaria Pinito del Oro–. El nuevo recinto de los madrileños se terminó de construir y se inauguró a principios de 2007, siendo alcalde Gallardón. Tenía ganas de actuar allí Pedro Sánchez porque en esa época fue concejal de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid, siendo testigo de algunas de las importantes realizaciones, como ésta, que se hicieron en Madrid, por cierto, sin ninguna ayuda y con la obstrucción de su partido. Ahora les gustan, y las disfrutan.

En eso hay una coincidencia más con sus asociados: el cierre de campaña de Podemos en las municipales y autonómicas no podía haberse hecho en otro sitio mejor que en Madrid Río. Después de tanto rechazo eligen para sus mejores galas las grandes obras que impulsaron alcaldes del Partido Popular. Son como niños caprichosos. He de reconocer que tengo muchas dudas de si es más circo o más teatro lo que hacen estos líderes; o mejor deberíamos llamarles artistas, que es la denominación más apropiada en ese mundo del espectáculo. Unos días les vemos más en la carpa, y otros muchos sin duda identificamos el escenario. Es una mezcla de ambos mundos.

Cuando es más noticia que un alcalde –algunas veces y con foto– vaya en bicicleta, que hacer una buena gestión para los vecinos, lo veo más circo. La investidura del alcalde de Cádiz me pareció más teatro –las noches del Falla han sido mucha y buena escuela–. Que parezca trascendente que veamos la foto de la alcaldesa de Madrid sentada en el metro yendo al ayuntamiento sin duda es más circense. Eso sí, la línea 4 que utiliza la alcaldesa fue ampliada y mejorada para todos los ciudadanos en dos ocasiones, durante las presidencias de la Comunidad de Madrid de Alberto Ruiz-Gallardón y de Esperanza Aguirre. Claro que eso de ampliar y mejorar el metro no es nada importante comparado con la contorsión y la acrobacia del retrato en el suburbano.

Ahora es tiempo de teatro y de circo en PSOEDEMOS, donde se retuercen principios y valores enfrentados, propuestas contradictorias; donde cabe el radicalismo y la inestabilidad, la inexperiencia y la manipulación. Todavía nos quedan por ver muchos más tragafuegos, cómicos, equilibristas y farsantes. La función no ha hecho más que comenzar. No se puede confiar en aquellos a quienes no importan las graves consecuencias que tiene para todos esta alianza del PSOE con los que hablan de la casta, llevan otra bandera y elogian las políticas empobrecedoras del presidente venezolano Maduro. Los españoles no van a permitir que se coloque a España en ese trapecio sin red.

Fue en el Circo Price donde se estrenó la primera versión cinematográfica de La Verbena de la Paloma, y Pedro Sánchez no debería olvidar que en su partido tienen muy presente que en esa zarzuela además de la Casta, está la Susana.