Restringido

Rebelión a bordo

La Razón
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En plena tempestad, ha estallado un conato de rebelión a bordo en el Partido Popular. El revés electoral del 24-M ha sacado a la luz, como no podía ser de otra manera, el malestar latente desde hace tiempo por la falta de reacción ante el cambio político que se avecinaba, y, en el caso de Castilla, por el abandono del poder central. Pero nada que ver con el ultimátum de los barones de UCD a Adolfo Suárez en la «Casa de la Pradera» hace veinticinco años. En este caso no hay peligro de desintegración. Los populares, si hacen sincera autocrítica y renuevan sus cuadros, su estilo –que ahora se considera caducado y antipático– y su cartel electoral, con un proceso de selección más abierto, están en condiciones de enfrentarse en noviembre como la fuerza de referencia del centro-derecha al empuje de las izquierdas, que ahora aparecen envalentonadas. No tienen mucho tiempo que perder. Parece que por fin Rajoy se ha dado cuenta. Puede que también Arriola, el hasta ahora asesor áulico. La principal competencia en su terreno es Ciudadanos, con el que hay que contar y que, con el poco tiempo que falta para las generales, sólo puede aspirar razonablemente a ejercer de bisagra, como está ocurriendo ya en ayuntamientos y comunidades. Si se observan los datos con frialdad, peor lo tiene el PSOE, cuyos jóvenes dirigentes parecen vivir en una nube, alegres y confiados, entretenidos en conseguir en los despachos el poder municipal y autonómico que les han negado las urnas. El batacazo sufrido donde ha concurrido Podemos, aunque sea camuflado, como Madrid y Barcelona, ha sido estrepitoso, lo que pone seriamente en duda que el Partido Socialista de Pedro Sánchez siga siendo la alternativa de gobierno al PP en las próximas elecciones generales. Los socialistas, cegados por la atracción del poder, están jugándose, con la actual política de pactos, su hegemonía en la izquierda, como Esaú vendió la primogenitura por un plato de lentejas. Muchos viejos barones dentro de partido califican de «abrazo del oso» el entendimiento con los podemitas, y advierten de que, si no se reacciona ya, el PSOE puede descender en otoño a tercera fuerza en el conjunto de España. Alfonso Guerra avisó a tiempo de que se estaba alimentando «el huevo de la serpiente». Las agencias de calificación de riesgos, como Moody´s, piensan algo parecido. Y Pablo Iglesias, el de la coleta, no se cansa de decir que Podemos será en otoño la verdadera alternativa a la derecha. El histórico partido del viejo Pablo Iglesias pasaría a desempeñar un papel secundario y complementario. Entoces, si no ocurre antes, será el momento en que estalle la verdadera rebelión a bordo.