Atlético de Madrid

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Salvar al soldado Giménez

La Razón
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Habría sido efímero el sueño de una noche de verano porque, más o menos, estaba cantado que Madrid y Barça no iban a ceder esta jornada. Pero lo cierto es que el Atlético había echado cuentas y pensaba salir líder de Riazor. Un gol de Tiago, que es la Central de Inteligencia, el cerebro de este equipo del Cholo, parecía bastar para conseguir el objetivo, pero... Todo parecía bajo control, pero el equipo (otra vez) se echó atrás en el segundo tiempo y ya se sabe que ese tipo de decisiones provocan al final momentos de alto riesgo.

Fue de «sobrao»

Y ahí fue donde apareció el error de José María Giménez, el joven guerrero uruguayo que pasó de héroe de Anoeta al jugarse la cabeza a ras de césped (¿recuerdan la imagen?) a villano por ir de «sobrao». Ya había dado algún síntoma de suficiencia tirando cañitos y tratando de emular a los líberos exquisitos que salen tocando la pelota desde atrás, cuando en un lance en la línea de fondo se confió, no supo proteger el balón con el cuerpo y Lucas Pérez le robó la cartera.

Desconsolado

Giménez acabó desconsolado, consciente de que el Atlético, su equipo, había perdido dos puntos que nunca se sabe si al final pueden ser de oro. No había manera de devolverle la sonrisa, aunque compañeros y hasta rivales (ejemplar la deportividad de varios jugadores del Deportivo) le dieron mimitos. Todos en el vestuario del Atlético, empezando por su mentor, Simeone, y su maestro y compatriota Godín, se han marcado un objetivo: «Salvar al soldado Giménez». El joven guerrero charrúa también ha dado el primer paso: «Día en familia, despejando la cabeza después del partido. De los errores se aprende. Aúpa Atlético». Fue su mensaje en las redes sociales. Giménez ha aprendido la lección y volverá a jugarse la cabeza por el equipo.