Julián Redondo

Sonrisas y títulos

No es necesario machacar a Mourinho para realzar las virtudes y los éxitos de Carlo Ancelotti, un tipo sencillo, humilde, rostro afable, que transmite serenidad y bonhomía; ni es preciso humillar a Pellegrini por empatar con el Burnley para restar importancia al empate del Chelsea con el Southampton. No es igual tropezar con el penúltimo de la Premier que con el cuarto, aunque el punto sumado es idéntico, como los dos perdidos. Quien no cambia es «Jose», que vuelve a declararse por enésima vez víctima de una campaña de acoso y derribo. Hoy recupera el protagonismo Inglaterra porque el árbitro de turno no señaló un penalti a Cesc porque vio mano del catalán en el inicio de la jugada. El mundo contra él, en España, en Italia y en las Islas Británicas. Si entrenara a algún equipo del Golfo, podría convertirse en Lawrence de Arabia. ¿Manía persecutoria? Esto queda al gusto del consumidor.

Hábito opuesto es el del Madrid, empeñado en ganar todo lo que se le pone a tiro, salvo el amistoso de Dubái, perdido con el Milan por una falta de concentración impropia del campeón del Mundo. No obstante y a pesar del traspié, regresa de Oriente cargado de presentes, cual Rey Mago. Allí han reconocido al club, a los jugadores y al técnico, que cierra el año 2014 con 178 goles, una marca con tendencia sideral, y 22 partidos invicto... Sí, porque el 2-4 con el Milan no cuenta. Los próximos compromisos, contra el Valencia en Liga y frente al Atlético en Copa, le van a exigir más, o lo que es habitual cuando se trata de competiciones oficiales. En ese terreno se transforma, o así lo ha hecho desde que perdió la última vez, precisamente con el Atlético. El vecino se repuso del minuto 93 en la Supercopa de España y subrayó la mejoría cuando ganó en el Bernabéu. Ahora se encuentra a 7 puntos del Madrid en Liga; pero no desespera, Simeone tiene un plan y en el vértice aparece Torres. «El Niño» llegó a Barajas y fue recibido como un rey. El futuro inmediato desvelará si es mago. Maneras apunta.