José Ramón Pin Arboledas
¡Un éxito profesional!
¡El BCE publicó los test de estrés de la banca europea; de 130 bancos analizados, 25 necesitarán remodelar su capital. De ellos, sólo uno es español, Liberbank y lo puede solucionar fácilmente dado el poco dinero que necesita para aprobar la «repesca». Resultado espectacular porque sólo hace cuatro años daba miedo. Con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, su ministra Salgado y el gobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, pasamos en días de «ser la banca más solvente de Europa» a tener una crisis financiera; de las cajas de ahorros a las fusiones frias, que por cierto nadie entendía cómo iban a funcionar. Cajas reguladas desde el BE y las autonomías, y gobernadas por consejos plagados de políticos, sindicalistas y representantes de la patronal o simples ciudadanos sin formación adecuada. Órganos de Gobierno que lanzaron las preferentes, para reconstruir su capital, con los resultados conocidos.
Tres años después, bajo la batuta de Rajoy, su ministro De Guindos y el nuevo gobernador del Banco de España, Luis Maria Linde, la situación es totalmente distinta. Los test demuestran que nuestra banca es solvente, capaz de resistir un escenario de crisis económica. La primera consecuencia de ello es que el ciudadanos que deja su dinero en los bancos pueden estar tranquilo. También que con la nueva política del BCE habrá más crédito, porque la banca no necesita dedicar nuevos ingresos a reconstruir su equilibrio financiero interno. A partir de ahora el pasivo (en argot bancario, los dineros depositados) está más seguro y el activo (operaciones de crédito) puede ser más ágil. ¿Cómo se ha logrado este «milagro»? La palabra es profesionalidad. El ejemplo más patente es Bankia. La entidad procede de la fusión (no fría, sino caliente) de muchas cajas; las principales: Caja Madrid y Bancaja. Su desastre de gestión acabó con su nacionalización.
El Estado, con ayuda europea, inyectó capital y permitió el traspaso al FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) de activos tóxicos. Pero, sobre todo, su cambio fue el nombramiento de un equipo de profesionales. Jose Ignacio Goirigolzarri, su actual presidente, ha recorrido toda una larga carrera profesional en la banca hasta llegar a consejero delegado en el BBVA. Me consta que al aceptar el encargo lo condicionó a que su equipo, consejeros incluidos, fueran elegidos con criterios de profesionalidad. Como consecuencia de su gestión, Bankia es uno de los bancos con mejor test de estrés y sus beneficios crecen aceleradamente, además de haber puesto en marcha un proceso de regularización de las «preferentes». Fue en los años noventa y la primera década del siglo, cuando la banca española, siguiendo la borrachera inmobiliaria, hizo inversiones inverosímiles; en algunos casos con criterios «políticos» y en otros de simple «amiguismo». Inversiones con falta de profesionalidad, en las que el cálculo del riesgo se postergó frente a otras «conveniencias». Hay que reconocer que era difícil ver las consecuencias de la «locura» inversora. Pero era obligación de los responsables de la política financiera en aquellos años haber frenado el «caballo desbocado» en que se había convertido una parte del sector financiero, en particular las cajas; el 50% del sector. No había profesionalidad en los órganos de Gobierno, pero tampoco en el Gobierno y el Banco de España. Ahora se ha corregido este error, en los Bancos, en el Ministerio de Economía y en el Banco de España. La reforma financiera ha sido un éxito. Un éxito profesional.
✕
Accede a tu cuenta para comentar