Una imagen impecable

Dicen las reglas de protocolo que rigen en la política exterior que es de capital importancia cuidar las relaciones de buena vecindad cuando llegas de nuevas a un puesto de responsabilidad en la Administración del Estado de un país. Y eso es lo que ha puesto en práctica el Rey Felipe VI en tan sólo un mes. Acompañado siempre por la Reina Letizia, impecable en su papel de consorte desde que adquirió su nuevo rango, el Monarca culminó ayer las visitas imprescindibles a los tres países más próximos a España: Portugal, Marruecos y Francia. Y en los encuentros que ha mantenido con los mandatarios de las tres naciones, Felipe VI ha dado sobradas muestras de que las relaciones diplomáticas son una tarea que conoce muy a fondo y que desempeña con soltura envidiable.

La imagen que proyecta la pareja real es impecable y la impresión que causa en los máximos responsables de los países con los que España tiene fronteras es muy positiva.

La visita ayer al Elíseo, residencia oficial de François Hollande, se desarrolló en un ambiente más que cordial debido también a la presencia de dos galos nacidos en España que ostentan en estos momentos puestos de gran responsabilidad en Francia: el primer ministro, Manuel Valls, oriundo de la capital de Cataluña, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, nacida en el pueblo gaditano de San Fernando, dieron un toque español a este encuentro de primer nivel entre el nuevo Rey y las máximas autoridades francesas. Durante la breve visita a la ciudad gala se evidenció que, a pesar de que durante muchos tiempo los franceses eran considerados los «enemigos naturales» de España, ahora y desde hace ya muchos años, Francia es uno de nuestros mejores aliados. Especialmente en la tarea de poner fin al terrorismo etarra.