César Lumbreras

Una PAC común

La Razón
La RazónLa Razón

La ministra española de Agricultura, Isabel García Tejerina, dio un buen repaso a la Comunicación de la Comisión Europea sobre la PAC del futuro durante la última reunión del Consejo Agrícola de este año. Así, por ejemplo, rechazó la posibilidad de que se cofinancie esta política por los estados miembros y también la toma de muchas de las decisiones por parte de esos mismos estados, ya que eso afectaría a la igualdad de trato entre los agricultores y ganaderos de los distintos países. También dejó claro que la aprobación de los planes estratégicos que quiere introducir Bruselas podría llevar dos o tres años, lo que generaría retrasos en la aplicación de las medidas incluidas en ellos, como sucede ya con los Planes de Desarrollo Rural, y, por lo tanto, retrasos en los pagos de las ayudas a los beneficiarios. En definitiva, que Tejerina ve muchos riesgos en el proceso de renacionalización de la PAC que lleva ya varios años en marcha y que el actual comisario Hogan parece que quiere incentivar.

Otras delegaciones manifestaron también estas objeciones. En conjunto, los ministros, de forma diplomática, no rechazaron abiertamente las ideas planteadas desde Bruselas, pero tampoco las acogieron con los brazos abiertos. Están a la espera de que la Comisión Europea responda a las peticiones que han formulado para que aclare diversos puntos y, especialmente, todo lo relativo al nuevo modelo de aplicación de la PAC que sugieren Hogan y los miembros de su equipo y que dejaría en manos de los socios buena parte de las decisiones relacionadas con esta política, que tiende a ser cada vez menos común. Y ahí está el peligro para lograr que siga teniendo financiación comunitaria. Tejerina parece haberlo entendido así: cuanto menos común sea, más posibilidades de que se reduzca el dinero comunitario para sufragarla.