Yo, Leonor

Nos ha comprado mi padre unos churros para la piscina pero a mí me gusta más usarlos para levantar agua y mojar a mi madre. Ella no toma el sol, ojo. Sólo sale al jardín para leer libros gordísimos así que a mí me gusta quitarle la paz hasta que se le pone cara de vinagre. Zasca, zasca con el churro, ahí salpicando con ganas. El otro día se estiraron por fin y nos sacaron de la casa, que parecemos dos secuestradas mi hermana y yo. Nos llevaron a ver los Minions esos aunque yo lo que hubiera querido era ir al desfile del Orgullo montada en una carroza con dos macizos oliendo a colonia cara. Madre,¿ no crees que sería conveniente estar cerca del pueblo llano y mezclarnos con la ciudadanía aunque esa ciudadanía vaya hoy sin camiseta y en tanga brillante? Tira para el coche y no me calientes, me dijo con una dulzura grandísima. Total, que nos llevaron a ver a esos muñecos atorrantes y ni un Colacola, ni unas palomitas, ni un KitKat. A palo seco, no vaya a ser que nos carguemos el presupuesto. Estoy de austeridad hasta las trenzas. Porque Vds. igual tienen por delante un verano de rascarse la barriga, pero aquí vamos a estar haciendo deberes como si nos hubieran quedao siete a cada una. Y luego como mucho nos sacarán a una granja, veremos cuatro pollos y un borrico y hala, ya hemos estao de vacaciones. Dónde quedaron aquellos días de sol y yate, con el abuelo quemando Palma vestido como si fuera Julio Iglesias. Me voy, que he quedado con un escolta a echar un dominó y hoy le ahorco el seis doble fijo.